Su ego, el complejo de superioridad y su narcisismo hicieron del tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina un ser muy despreciable, la necesidad de auto confirmarse como líder supremo lo llevó a obligar a las personas a colgar dentro de sus casas afiches con la consigna “Dios y Trujillo” o “En este casa Trujillo es el jefe”, su narcisismo hizo que se cambiase el nombre de la ciudad capital de Santo Domingo a Ciudad Trujillo, y el partido único que creó a su imagen de déspota, llevaba como valores y consigna Rectitud, Lealtad, Trabajo y Moral, coincidiendo intencionalmente con las iniciales de su propio nombre.
"...recogiendo limosnas no lo tumban..."
Pero hay gente para todo..
PD: Otro día ampliaremos.
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