Wednesday, December 13, 2017

Letra de "Mi Flor Querida" Adrian Abonizio



Mi Flor Querida

Para contar tú historia
Me sobra con dos acordes
Veo tu cara de novia
Y tu vestidito pobre
Tu nombre era María
La del Boulevard Rondeau
La casita tras las vías
Conviene llegar de a dos

Una dulce guaraní
Trabajando de capullo
Toda flor sin su raíz
No florece ni en los yuyos

Una luna en el ropero
Y el revólver en la caja
Y el oscuro de civil
Que era el que nos cobraba
Escuché aquella canción
Que era mía por la radio
Me detuve en la pasión
Ella dijo ¿Pasa algo?

Y me escapé para el centro
A disfrutar de la fama
Y ya no te volví a ver
Hasta el diario en la mañana

Estabas allí tendida
Como una santa o un hada
No eras nada
Sólo sombra fotografiada
Una flor en el costado
Diez veces hecha cuchillo
Desnudita, sola, fría
Como una flor de baldío

Te compré un ramo jazmín
Pero ya te habían llevado
Tiré las flores al río
Mientras sonaba en la radio
Y volví a la diagonal
Habían mojado la tierra
La casita bien cerrada
Lleno de flores la piedra
Pusieron la virgencita
Los vecinos de Rondeau
Se contaron mil leyendas
De lo que allí ocurrió
Y nunca te dije nada
Por vergüenza o que se yo
La que nombró en la canción
Era vos, era vos

Una flor en el costado
Diez veces hecha cuchillo
Desnudita, sola, fría
Como una flor de baldío

Toda flor cortada joven
Termina bajo otras flores
Toda flor sin su raíz
La pisan todos los hombres

Estuve un mes detenido
Hasta que alguien confesó
Les pagué a los abogados
Con el derecho de autor
Ando triste y estoy raro
Siempre pienso en la casita
No es pa’ tanto aconsejaron
Era solo una negrita

Una dulce guaraní
Trabajando de capullo
Toda flor sin su raíz

No florece ni en los yuyos

Letra: Adrian Abonizio
Album: Tangolpeando

T.B. Joshua y la zona franca de los milagros

“La crítica ha arrancado de la cadena las flores imaginarias, no para que el hombre lleve la cadena sin fantasías ni consuelo, sino para que se sacuda la cadena y escoja la flor viva”. Carlos Marx

Desde pequeño fui educado para creer en los milagros, en parte por mi familia, en parte por el colegio de San Ignacio y en parte por el cine. Por eso ante cada posible oportunidad de ver uno, acepto con entusiasmo el desafío a las leyes de la naturaleza y a la ciencia. Sin embargo hasta la fecha, aunque entretenidos, éstos – llámense ovnis, curaciones, astrología, telepatía, regresiones, dietas de jugo, lectura de la taza, limpieza de colón….etc. etc. – no parecen pasar un test científico.

Y visto el espectáculo celebrado en el Centro Olímpico una semana atrás, en lugar de restaurar esa visión de lo increíble y lo maravilloso, volvió a mí la decepción. Porque lo que vi allí fue un acto vulgar que exigía urgente convocar al raciocinio y la duda: una zona franca de milagros.

Y es que ¿cómo podemos compaginar la idea del milagro con aquello que tuvo lugar en el Centro Olímpico? ¿No era un milagro algo excepcional? ¿Qué clase de poder tiene una sola persona para gestionarlos? Pero más allá aún ¿Qué evidencias? Porque si bien la fe no precisa de evidencias, cuando un milagro de este tipo sucede se solapa con la realidad y lo verificable. Y no puede bastarnos que alguien diga que no caminaba, ver después cómo le han tocado la frente y arrancar caminando. Porque un acto de esta magnitud, una alegación extraordinaria como decía Carl Sagan requiere evidencias extraordinarias.

Y ¿qué les costaría entonces probar estos milagros al mundo escéptico con radiografías, resonancias, estudios...? Con pruebas realizadas (inclusive por individuos no creyentes) con el fin de que se vean estremecidos en sus alegadas certezas.

Todos necesitamos creer en el algo, si no tenemos algún tipo de espiritualidad es fácil elevar la materia, la magia, las ideas políticas, el sexo, el juego, incluso al deporte en sustitución de esta necesidad. Sin embargo, es preciso que conociendo esa necesidad seamos capaces de observar a aquellos seres hábiles que pretenden aprovecharse de ella – y por ende de nosotros –, y… Y denunciarlos ante los que no han tenido las herramientas para observarlo o son llevados en su ingenuidad, aunque nuestro intento sea en vano. Aunque el futuro de la humanidad radique en la infantilidad y su necesidad de tener un amo.

T.B. Joshua es un pastor nigeriano de 54 años de edad que se presentó en el Centro Olímpico el pasado viernes y sábado a total capacidad. El pastor fue recibido como prohombre de Estado por las autoridades basado en su popularidad. Su retórica era buena, lo admito, pero tampoco genial, he visto pastores locales con mejor oratoria. Lo que sí se puede destacar en esta figura es su opulencia, y mientras uno ahonda en el personaje se revela lo de corriente y poco iluminado que tiene.

Obviemos el título de “Profeta” con que se comercializó su llegada, aunque resalta lo ególatra que hay que ser para autodenominarse como tal. Obviemos también que dice él que duró 15 meses en el vientre de su madre antes de nacer, lo cual aunque implica una mentira flagrante, podemos atribuírsela a la necesidad de generar un mito o una leyenda cultural propia del África.

Ahora lo que no se puede obviar es que se trata de alguien que se dedica a realizar profecías de manera temeraria que no se cumplen. En casos, que hasta pueden originar serios problemas y complicaciones. Porque imaginemos que Cristina Fernández de Kirchner hubiese decidido posponer su cirugía porque TB Joshua había visto que moriría, como profetizó. ¿Se le hubiese complicado el cuadro clínico? ¿Y a razón de qué? Si no hubiese valido la pena, puesto que la ex presidenta de Argentina se realizó su cirugía sin mayores complicaciones.

De igual forma, se hace imposible evadir que estamos ante una persona con mentalidad empresarial más que de predicador, que creó en Islas Vírgenes una compañía como paraíso fiscal para evadir sus responsabilidades ante Nigeria (y quizás su feligresía) y que se da el lujo de gastar más de 60 millones de dólares en un solo avión privado. Por lo que, de inmediato se infiere que su interés principal no es la gente, es el propio. Porque uno le puede perdonar esas conductas tal vez al hijo de Bill Gates, en tanto no conoce otra cosa que la opulencia desde la cuna, pero ¿se puede entender esta actitud a un pastor que conoce las contrariedades económicas de su feligresía? No. ¿Se le puede aceptar esto a un pastor de un país tan pobre como Nigeria? No. O tal vez sí, pero no para liderar a nadie. Porque ante eso la oratoria no es suficiente. Porque la esperanza, como la fe, precisa de credibilidad y coherencia.

Pero digamos que sí es especial y que ahí están los milagros. ¿Cuáles milagros?

En toda su vida documentada Jesucristo realizó alrededor de 40 milagros. Eso que TB Joshua hace en 15 minutos en su nombre, a Jesús le tomó la vida entera porque no era su propósito. El pastor Miguel Núñez hizo una interesante reflexión en este sentido al decir que el evento de Joshua se trató de una distorsión sobre el concepto de los milagros porque: “Los milagros (bíblicos) no eran centros de distribución de bendiciones para todo aquel que estaba enfermo. Ni Cristo hizo eso en la piscina de Bestesta, donde él bajó y habían cientos de enfermos y sanó uno sólo.”

Y después tendríamos que cuestionar a quiénes se les hizo el milagro. Los tocados por TB Joshua pasaron por un filtro, el cual según denunció Roberto Fiseli, un padre indignado (que se arriesgó a llevar a su hijo que tenía una bala en la espalda) se “trataron” los casos menos graves, a los graves no les llegó la “sanación”, habían sido discriminados y aislados del paso del “Profeta” por los organizadores.

Es un despropósito para la religión este tipo de actos porque aleja a una buena parte de la gente. Es peor aún para el Estado en tanto promueve que la gente busque este tipo de actos y personajes y arriesgue su salud personal. Pero lo es peor para esa gente que va movida por su desesperación o por sus ganas de conectar con algo superior, y se encuentran con la desilusión o el fraude.

Y me rehúso a pensar aquello de que los que creen sin tener la razón, no pueden ser convencidos por la razón. Me rehúso también a una política irresponsable de promoción o de silencio ante estos actos que perpetúan las miserias y no se aprovechan para fomentar la ciencia, el estudio, para lo cual no es necesario insultar a nadie.

Me rehúso a sabiendas de que la ciencia es insuficiente para proveer de paz al ser humano frente a su insignificancia, su raciocinio y su mortalidad. Y me rehúso porque el riesgo a pagar es muy alto. Y es uno en que el tigueraje con apenas una buena retórica se apropie del plano espiritual para su beneficio, en su falsa zona franca de milagros. Lo lamentable es que no sería la primera ni la última vez, porque como dijo Carl Sagan:

“Una de las lecciones más tristes de la historia es ésta: si se está́ sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engaño. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido. Simplemente, es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en el engaño. En cuanto se da poder a un charlatán sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar.” Carl Sagan

Thursday, November 9, 2017

Los influencers y el engaño al seguidor/consumidor

Robin Wiliams solía decir que “Los políticos deberían tener chaquetas como los pilotos de NASCAR con publicidad de la compañías que los patrocinan, así sabríamos quiénes son sus dueños.” Y a pesar de que los políticos tienen un deber mayor de transparencia por ser representantes de la sociedad, ellos no son los únicos que deben sujetarse a ella.

Con el auge del internet y las redes sociales, llegó el uso de éstas herramientas para la comercialización. Y hoy día parecería que todo el mundo aspira a ser comerciante virtual, fashionista o influencer, no importa las cantidades de seguidores que tengan. El “tanto tienes, tanto vales” luce referirse en estos tiempo a cantidad de seguidores, no necesariamente de dinero. Y de ahí deviene un posible peligro.

Atrapados por la mística de las fotos y los colores, cada persona con más de 10 mil seguidores se siente hoy en el derecho de bombardearlos con publicidad y encubrirla como opiniones imparciales, a cambio de favores y dinero. Existen casos sutiles y casos más exagerados, pero en casi todos se adolece de la transparencia de conocer si la opinión dada es sincera o paga.

La gente desarrolla o cree desarrollar una relación primaria con quien sigue en las redes, una ilusión alimentada por la cantidad de información continua que se comparte, a veces mayor que con familiares. Ves las fotos de tus amigos y te topas con la de un blogger, ¿por qué tendrías que ponerte a la defensiva y pensar que el llamado influencer te miente, si en la lógica de tu timeline no es más que otro de tus amigos?

A pesar de que no sabemos con certitud la eficacia de estas promociones ni la credibilidad de éstos, no es honesto ni ético vender publicidad sin diferenciarla de opiniones. Y esto no sólo se limita al aspecto puramente comercial, según un estudio realizado por la Universidad de Stanford alrededor del 82% de los estudiantes de secundarias no supo distinguir entre una noticia con contenido pagado y una noticia real. El estudio realizado con más de 7 mil estudiantes reveló que antes que preguntarse por la fuente de la noticia, ellos se validan en la foto o el detalle del texto leído. Peligro.

Por razones como ésta, la Comisión de Comercio Federal de Estados Unidos (FTC), como parte de su labor de protección al consumidor, les advertía mediante cartas hace unos meses a unos cuantos influencers que si existe una conexión material ($$$) entre ellos y el producto que están promocionando, la misma debe hacerse evidente y fácil de comprender a primera vista para el consumidor.

En su “Guía sobre Patrocinios”, la FTC también establece que aunque el contrato pueda ser aparente para algunos expertos en la industria, no lo es para todo el mundo que tiene acceso al blog. Por lo que la práctica entonces podría considerarse por ellos como engañosa, puesto que confundiría a una minoría significativa de consumidores, “Y por eso es tan importante revelarlo”. Siguiendo esta línea de pensamiento, cabe destacar que nuestra Ley 358-05 de protección al consumidor prohíbe “la utilización de imágenes, textos, diálogos, sonidos o descripciones que directa o indirectamente, causen o puedan causar inexactitud o mensaje que pueda inducir al consumidor o usuario a engaño, error o confusión acerca de las características, el precio y las condiciones de compra o venta del producto o servicio ofertado o publicitado”. Por lo que podríamos entender que al igual que sucede en Estados Unidos, esa relación contractual de subordinación en la cual el influencer actúa como un empleado más de la compañía que promociona, es necesario evidenciarla más allá del terreno moral para todo consumidor nacional, puesto que puede conducir al engaño.

Ojalá Pro-Consumidor pueda seguir el ejemplo trazado por la FTC para educar a los influencers de nuestro país, pero sobre todo para proteger al consumidor local de sus ídolos, sus negocios y el engaño.

Wednesday, October 11, 2017

Potter

Semáforo en rojo. Se acerca el limpiavidrio:

- UEEEEY HARRY POTTER!!!!

Olviden a Gramsci, Gandhi, Lennon... Todos los lentes redondos representan ahora a Harry Potter, incluso para los limpia vidrios.

Le digo - no no no - y levantó el índice replicando en gesto para que entienda que no deseo sus servicios.

Se va caminando. A lo lejos oigo:


- Ta viejo Harry Potter.

La próxima vez que vean a Sammy Sosa…

A Ramón Estrella, fanático de los Cubs, en su 30 aniversario. 

“Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí, como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las infinitas traiciones tan propias de nosotros los mortales.” Eduardo Sacheri

Sacheri se refería en ese texto al futbolista Diego Armando Maradona, en cambio, yo hablaré aquí de Sammy Sosa. Y es que la próxima vez que oigan mentar a Sammy, quisiera que se sitúen en el año 1998 y que se queden allí un rato. Sammy en la cúspide del pequeño mundo que es el béisbol, y en lo grande que era para un niño dominicano de 11 años.

Ese año tuvo lugar la carrera por el record de 61 homeruns del béisbol profesional. Hacía casi 4 décadas, que en 1961 un buen jugador llamado Roger Maris tuvo la osadía, con el mismo uniforme Yankee, de romperle el record de 60 homeruns en una temporada a Babe Ruth, al bambino, al mito que podía señalar con el índice por donde iba a sacar la pelota y la sacaba. Un intrascendente como Maris cometió la afrenta de conectar 61 homeruns, sin haberse ganado el aprecio de Nueva York con los años ni de los tabloides con su personalidad, sin la mística de ser Joe Dimaggio o Lou Gerigh, y en un año en el que todos pujaban porque quien lo rompiera fuera Mickey Mantle, que sí reunía las condiciones y el carisma, pero que apenas llegaría a 54. La mezquindad llevaría a reconocerle el hecho a Maris solo después de muerto, porque él había jugado 8 juegos más que Ruth y pues no se entendía justo en ese tiempo. Nadie fuera de Maris o Ruth volvió a dar 60 homeruns hasta 1998.

Por eso, la próxima vez que vean a Sammy no piensen en los esteroides o corchos, que sí son una competencia injusta con la historia y con los propios compañeros de equipo, no hablen de eso porque los niños no hablábamos de eso, y menos los medios. McGwire y Sosa se animaban a ir por el récord y todos estábamos vitoreándoles porque llegaran, para entrar aunque sea de espectador a la historia.

Y en ese ínterin sucedieron episodios especiales, algunos de los cuales esta temporada ciclónica me hizo recordarotros que invento. El que más me agrada imaginar que sucedió es uno de solidaridad mientras el Huracán Georges estaba en el país, sobre el cual no tengo evidencia alguna. 

Para relatarlo tengo que iniciar el 23 de agosto de 1998. Mark McGwire aprovechaba ese día y se despega de Sammy con su homerun número 53. Sammy con 49 parecía perder terreno, como más atrás le había sucedido a Ken Griffey y a Mo Vaughn. Pero Sammy tenía una ventaja ese día, se enfrentaba a Houston y le tocaba pitchar al también dominicano José Lima. Houston lideraba la división, la mejor temporada de su historia. José tenía total control de ese juego, terminó tirando 8 innings y ganaron 11 a 3. De las tres carreras que permitió, dos de ellas fueron homeruns de Sammy Sosa que lo colocaban en 51.

Con 51 homeruns Sammy estaba de vuelta en la contienda. Por lo que me gusta pensar que Lima se la pitchó fácil, por empatía y solidaridad nacional. El juego no tenía ningún valor extra para Houston y ganarlo 11-3 daba igual que 11-1, en cambio sí lo tenía para Sammy y el país. Y Lima, quien era conocido por su sentido humano y apego a sus compatriotas, no creo hubiese dudado en apoyarle frente a las cámaras y a McGwire. 

Luego el asunto fue cerrándose. McGwire llegaría primero a romper el record y se llevaba todos los laureles y galardones. A pesar de que la temporada seguía, Sammy parecía estar destinado a nunca pasarle a McGwire en homeruns ese año, a ser el segundo. Sin embargo, el 25 de septiembre de 1998, mientras el Huracán Georges azotaba Dominicana y la brisa ponía a silbar las ventanas de las casas más fuertes, Sammy – empate a 65 con McGwire – se enfrentaba a alguien conocido. 

José Lima volvía al montículo en Houston a pitcharle a los Cubs. Y por un breve instante la única brisa que le dio alegría a los dominicanos ese día era la que llevaba el Homerun 66 fuera del Play. Sammy se iba adelante. ¡Por fin Sammy! ¡Nos fuimos alante!

¿Fueron intencionales las rectas que le tiró Lima en esos juegos? Ojalá lo hubiesen sido. Y aunque dudo que el país lo celebrara profusamente en medio de la tempestad, pues apenas había comunicación en esos momentos, los que lo vimos, lo vivimos. Y a pesar de que sólo 45 minutos después McGwire volvería a empatar a Sammy. Por un breve instante el béisbol nos dio un orgullo que para algunos no ha vuelto. Sammy terminaría en segundo lugar con 66 y McGwire con 70, habiendo dado uno de los mejores espectáculos que la pelota haya visto. 

Hoy día, en Chicago ya no se admira a Sammy, siquiera lo invitan a sus eventos. Pocos parecen recordar su número 21 en el uniforme blanco de rayas azules que tanta alegría llevó, su brinquito después de conectar con el que saltábamos todos, su símbolo de paz que arrancaba en beso, continuaba en el corazón y terminaba a través de las cámaras en San Pedro. Nadie parece tenerle clemencia. Y se concentran en lo superficial, en su cara, en lo que se ha convertido. 

Así que la próxima vez que vean a Sammy, les pido que piensen en 1998 más que en 2017 y le concedan un chance, que la culpa de todo la ha tenido el tiempo. Y si no pueden ignorarle su nueva aclarada y pálida cara, al menos piensen en las atinadas palabras del comediante Dave Chappelle, quien una vez refiriéndose a Michael Jackson dijo:


“Solo recuerden cuando vean esa cosa que él llama su cara, que él de alguna manera hizo eso por ustedes. De alguna forma él pensó, ‘quizás ayude, quizás yo le agrade más a la gente si me convierto en una blanca…. y macabra criatura’, porque no sé qué es, pero lo hizo por ustedes. Y aprecio el gesto Michael Jackson si estás viendo, y quiero que sepas que se jodan todos, Dave Chapelle te entiende”.

Thursday, September 28, 2017

A Emely la mataron por pobre, no por mujer

¿Adónde acuden los hombres a hablar cuando tienen un problema? Usualmente a ningún lado, tienen que resolverlo por sí solos. Pero imaginemos el caso que ha consternado al país en los últimos días. Cuando decidió abrirse al problema, consultarlo… ¿Dónde fue el joven Marlon Martínez a buscar consejo? Donde su madre. ¿Con qué ideas creen ustedes que salió de allí? ¿Cómo lo resolvería?

En el caso de la muerte de Emely Peguero hay un conflicto de clases que pocos hacen mención. Uno donde el poder y la desigualdad son el tronco del problema, y donde el machismo es apenas una rama. 

Para el ser humano con dinero es difícil resistirse a pensar que no se puede disponer del otro como desee, más si son de clases distintas. El poder y el dinero asociados al consumo, fortalecen la idea de pertenencia y propiedad. En ese camino, tus bienes son sólo tuyos, nadie los toca, haces con ellos lo que te plazca. Y si a base de poder y dinero has obtenido una pareja, ¿por qué no se iba a responder con la misma lógica con ella?

Y no sólo para el hombre, aquí hay una madre involucrada que en su irresponsabilidad, y luce que principalía, prefirió la complicidad de clase a la empatía con su género. Por eso, a las niñas hay que impedirles creerse las películas de Disney y las telenovelas del príncipe que rescata de la pobreza y viven felices para siempre, y enseñarles otras en las que el príncipe somete, abusa y mata.

Pero llamarles psicópata, monstruos o alejarlos del día a día puede consolar a muchos, pero no halla fundamento en la realidad. Y no protege a nuestras mujeres. Todos somos potenciales verdugos. Quisiera pensar que quizás no todos tengamos la cachaza de dar declaraciones públicas, esconder en un saco un cadáver, tirarlo en la nada, presentarnos ante las víctimas preocupados…  

Pero ese tipo de cosas no se analizan desde la frialdad. Porque también “Las cosas se extreman” como dice la secretaria de unos amigos. Se extreman y se salen de control. Y aunque eso no exculpa a nadie (todos deben pagar) nos hace entender mejor las cosas.

Las mujeres tienen que aprender a vivir en la alerta constante y el peligro. A la defensiva de los depredadores, más si vienen hacia ellas aprovechando sus necesidades. La mujer tiene el poder de decidir cuándo y con quién iniciar una relación. Una de las cosas más poderosas para evitar relaciones tóxicas y muertes está en su poder, aún con 12 años; lo que puede que no tengan es el conocimiento. 
Eso tiene que dárselo la familia, la cultura y la educación.

Pero si a la mujer le faltan las herramientas para decidir qué hombre le conviene, también al hombre reprimido le cuesta comprender los fenómenos sociales de independencia y el nuevo rol femenino. Esto provoca entonces que suceda en ambos una relación que opera en el grado animal más puro, ocurriendo en casos los desenlaces que recogen la prensa y lastiman el tejido social, lo cual no necesariamente sea el caso de Emely. 

Porque a Emely la mataron por ser pobre, por ser la muchacha de la casa, quien no es verdad que iba a darle un hijo al dueño, la plebeya que no le iba a dar un nieto a la Alcaldesa. Por no tener quien la defendiera y le dijera con autoridad que con ellos no vas para parte, por no tener quien la cuidara y le dijera que a los 12 años no se tiene amores con alguien tan viejo y distinto, porque implicaba mayor riesgo. 


A nadie salva gritar “nos matan” y generalizar los casos. Papá Estado no tiene respuestas para estas conductas sociales, para cambiar la psiquis del hombre o el modelo económico. El hombre necesita terapia y tiempo para enfrentar los cambios. Y la mujer, en el ínterin, si desea vivir necesita conocer cómo protegerse de los salvajes, (se llamen Marlin o Marlon) cómo domarlos y limitarlos hasta que aprendan. En ella reside el poder real.

Monday, July 24, 2017

Las nuevas altas multas de tránsito y la espada Excalibur

“Muchas veces nosotros confiamos en ‘hay que hacer una ley’ ‘cambiar la ley’. Os voy a contar una historia, la leyenda en torno al rito artúrico de la espada Excalibur. Sabéis que Excalibur es una espada famosa que hizo rey a Arturo. El que fuese capaz de sacarla de una piedra donde estaba clavada era el rey de Inglaterra.

Estaban discutiendo una serie de nobles, de ¿cómo sería la espada?, ¿si sería muy larga?, ¿si muy ancha?, ¿si de dos filos?, ¿sería de acero, que buena empuñadora? porque eso sería importante, usar esa espada para combatir los enemigos. Y el más inteligente de aquellos le dijo: ¡Estúpidos! Estáis hablando de la espada. ¿Por qué no habláis del brazo que sea capaz de usarla?” JA

Hace poco entró en vigencia la Ley de Tránsito que crea el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) y con ellas muchas expectativas de la sociedad dominicana. Con la creación del INTRANT cambian las reglas de juego en el país de manera positiva. Se apuesta a un mecanismo centralizado y moderno que ha de ir desarrollándose. No obstante en el cambio del monto de las multas debió ocurrir una transición menos abrupta.

Lo menos que pagaremos de multa con esta ley es el equivalente al salario mínimo en el Sector Público Centralizado, al día de hoy RD$5,117 pesos. Más de 100 dólares por multa, con la salvedad de que aquí no ganamos en dólares. ¿Habrán pensado en sí mismos los congresistas y sus elevados ingresos al imponer estos montos? Porque obviamente dejaron de lado que el ingreso promedio de las familias en el país se sitúa alrededor de 20 mil pesos. Pero hay que seguir interrogándose ¿Qué más dejaron pasar los congresistas?

¿Era acaso la falta de altos montos de multas la razón de la violación de las leyes de tránsito? ¿O tenía que ver más con la eficiencia y el cobro de éstas? En ocasiones basta con una sanción pequeña pero siempre aplicada para ser más eficaces. Según el profesor Pedro Gerson éste ha sido el éxito del “Programa Conduce Sin Alcohol” en México, donde los conductores cambiaron su comportamiento a sabiendas de que ahora hay más probabilidad de un castigo que antes, a pesar de las penas ser menores.

Muchas personas dirán “Bien hecho, porque así el delincuente al volante tendrá su merecido”. Pero cualquier análisis de política pública debe pasar por cuestionar la estructura que impondrá la sanción, no sólo el que la dicta.

Y es que RD$5,117 pesos es casi un tercio del sueldo que devengan los agentes metropolitanos del transporte (AMET). Sin desmeritar su función ni educación podemos deducir, que como seres humanos que son, la tentación estará muy presente a evadir sus responsabilidades. Me explico, un AMET que gana 16 mil pesos al mes, ¿no se enfrentará a un gran dilema si es ofrecido en soborno 4 mil pesos para evadir una multa de 5 mil?

Ya cantaba Juan Luis Guerra y 440 en una canción que por violar el tránsito la autoridad que lo detiene le dice “Acompáñeme Civil al destacamento/ o resuelva desde aquí cómpreme el silencio y olvídese de mí”. Ya lo canta Don Míguelo “No le pare a los guardia’ que si nos llevan preso’/ yo le doy su par de pesos”. El soborno a las autoridades es parte de cultura local, más si se trata de individuos no vigilados, con poder y necesidades.

Otro caso interesante puede surgir a raíz de las potenciales injusticias. Un Reporte “Pagando más por ser pobres” del 2017 demostraba que en California los conductores negros eran parados más a menudo sin causa alguna y por ende multados. A pesar de que quizás la injusticia no suceda aquí por asuntos raciales, podría suceder por ingreso económicos, tipo de vehículos y poder social. Y es que la primera injusticia inicia antes de detenerte, porque le sale igual la multa a una familia de escasos recursos que a una de altos.

Por caminar fuera del paso peatonal, es decir cruzar la calle mal a pies, una persona enfrenta la misma multa de RD$5,117 pesos que por otras violaciones a la ley. Igual multa para los conductores que no mantengan una distancia razonable del vehículo que le precede. O para aquel que haga uso de sus bocinas en áreas urbanas (salvo que sea para evitar un accidente). En esto también existe un margen de discrecionalidad peligroso que puede resultar en una escalada de violencia contra los Amets, de aquellas personas que no quieren verse frente a tan alta multa o que su imposición la han considerado injusta.

¿Tendrá en sus prioridades pagar una de estas multas una persona que gane 30 mil pesos y dos hijos? ¿Queremos que esa sea una? ¿Por encima de la multa que lo condena ya en el país a no alcanzar la canasta familiar, a pagar la energía, la cara educación de sus hijos, o los altos impuestos al combustible?

En una ciudad (para los que viven en la capital) donde los problemas de transporte público te invitan a adquirir un automóvil, resulta injusto la fijación de una multa con un precio tan alto, dado que el carro es para muchos una necesidad.


Puede que estos montos resulten disuasorios para algunos, pero no se puede construir una sociedad desde el castigo desproporcional, con tarifas europeas para sus multas; porque así surgen los resentimientos, la violencia y hasta se reproduce la pobreza. No sólo era pensar en la espada señores congresistas, era también pensar en el brazo que iba a usarla, en la población que iba a ser afectada.

Thursday, July 20, 2017

¿Por qué llegó United Airlines a acuerdo con el pasajero?

“Dos dientes y la nariz rota, puede que necesite cirugía”, dijo el abogado de Dr. David Dao, luego de que el Doctor fuera arrastrado fuera de un vuelo de United Airlines.

En el año 1972, una aerolínea estadounidense, Allegheny Airlines, le impidió la entrada al vuelo al abogado Ralph Nader porque estaba sobrevendido.  Luego de luchar un tiempo en el mostrador con el personal de la aerolínea por considerarlo una errónea representación del contrato consumidor/aerolínea, Nader comprobó viendo despegar el avión que su boleto confirmado para volar ese día serviría de poco y que su lucha resultaría en vano, ya que fue dejado fuera del vuelo sin compensación.

No obstante haber perdido esa batalla, Nader llevaría su caso hasta las últimas consecuencias y la Suprema Corte de los EEUU reconocería de manera unánime la violación contractual. Fruto de esta demanda, la Junta de Aeronáutica Civil, quien es el regulador de transporte aéreo en ese país, hizo regla que el derecho a compensación del pasajero esté impreso en cada ticket, y que las aerolíneas establecieran un mecanismo para resarcir al pasajero. Ahí empezó todo este proceso que ya conocemos de sobrevender vuelos compensando a los pasajeros con dinero u ofertas.

Hace unas semanas vimos como el Dr. David Dao, de 69 años, fue arrastrado de su asiento para darle paso al personal de la aerolínea. La aerolínea necesitaba 4 asientos para acomodar a sus empleados que tenían compromisos en los días siguientes en otra ciudad, por lo que a todos los pasajeros les ofrecieron 800 dólares en bonos de United Airlines para entregar su asiento, ninguno aceptó. De manera aleatoria la compañía llamó entonces a 4 personas para obligarles a aceptar el acuerdo y salir del avión, siendo el único que presentó resistencia al llamado, el Dr. Dao, alegando que tenía que ver pacientes de manera urgente, y provocando que la aerolínea lo sacara a la fuerza.
Este caso de United Airlines se hizo popular no sólo por las imágenes violentas que se compartieron sino por varios debates de importancia en torno a la relación del consumidor y las aerolíneas.

Por legislación, las aerolíneas sí pueden impedir el abordaje a pasajeros en caso de sobreventa, iniciando siempre por aquellos pasajeros que no tienen tickets confirmados. Al respecto, la legislación establece que primero se negocia con voluntarios antes del abordaje, y en caso de no llegar a un acuerdo entonces se procede a negarseles el abordaje; pero en el caso de la especie la negociación de United sucedió ya dentro del avión, luego de sentado los pasajero y de manera bastante intolerante. La única forma de remover un pasajero que tienen las aerolíneas por regulación en ese caso es si el mismo constituye una amenaza o ha sido beligerante, ninguna de las cuales aplicaba para el Dr. Dao.

La aerolínea se cansó rápidamente de negociar en lo económico. Dejó de aumentar el dinero de los vouchers y no ofrecía efectivo para disuadir a quienes viajaban ese día, así que decidieron aplicar la fuerza. Pero ¿qué sucede?  La normas de sobreventa no aplicaban, porque el vuelo nunca estuvo sobrevendido. La aerolínea quiso obligar a los pasajeros a salir para introducir a personal no esencial de la propia aerolínea. Una barbaridad ante quienes habían comprado sus boletos semanas antes.

United dice que a partir de ahora no dejará que los miembros de la tripulación tomen los asientos de pasajeros que ya han abordado el avión. Pero ¿cómo se han podido salir con la suya tanto tiempo? Laxa regulación y las letras pequeñas de los contratos. Resulta que el contrato de adhesión de decenas de páginas que suscribimos al viajar en estas aerolíneas norteamericanas es realmente atroz, el mismo es considerado por Ralph Nader como “un documento notable de un solo lado, digno de un dictador corporativo”, que pretende eliminar todos los derechos como consumidor.
Quizás por este tipo de regulación anti consumidor es que en EEUU, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las compañías ganan en promedio 19,58 dólares por pasajero mientras en Europa se ganan 5,65 dólares. Quizás por esta falta de defensa regulatoria y falta de organización del consumidor, las compañías han ido suprimiendo las comidas gratis, cobrando las maletas, reservas de asientos y tercerizando los servicios.

El Dr. Dao ya llegó a acuerdos con United para no ir a juicio. Sin embargo, siguen apareciendo en las redes, videos de excesos que realizan día a día muchas aerolíneas, las cuales en su búsqueda de rentabilidad, reducen la calidad. Dos ejemplos recientes fue ver cómo eran expulsados, luego de haber sido sentados, una familia que compró 4 asientos en un vuelo de Delta; y la negativa por parte de United a recibirle una maleta a un pasajero que estaba dispuesto a pagar por ella … caso por el cual United se ha disculpado. En ambos casos como con el Dr. Dao y muchos otros, la actitud del personal de la aerolínea deja mucho que desear.

Y a pesar de que las redes se han vuelto una novedosa vía para denunciar excesos y abusos con cierta respuesta si las imágenes son bastantes gráficas, no podemos dejar de seguir acudiendo a las vías tradicionales. El acuerdo del Dr. Dao es un acuerdo privado y como dice Ralph Nader esto puede no ser positivo: “United ha tenido mala publicidad pero las corporaciones tienen un talento extraordinario para superar estas experiencias desagradables y regresar la marca a lo normal. Lo que no pueden superar es cuanto pagaron en dólares de manera cruda. Porque eleva el nivel de expectativa de la gente a quien abusan sobre lo que deberían recobrar.”

El ejemplo del Dr. Dao y el de Nader de 1972 de negarse a acatar abusos empresariales, de conocer sus derechos y llevar su molestia a cualquier instancia, debe servirnos para exigir y conocer los nuestros, de organizarnos como consumidores y forzar a los congresos y reguladores a pasar legislación. Bien dice Nader, en cuanto a la importancia de su gesto en 1972, que desembocó en legislación para mejorar los derechos del consumidor: “Todo inició con una demanda”.


Sugerencias pa’ la Feria del Libro

“Ah pero aquí na’ma hay libro e”. Muchacha de aproximadamente 16 años que caminaba en la Feria del Libro.

Cada año se suceden críticas sobre la Feria Internacional del Libro. En años anteriores las más frecuentes eran que se trataba de una feria gastronómica, una musical, una de artesanía… más que una feria del Libro. Eran observaciones válidas que ante los ojos del que lee, que suele ser minoría, enfadaba.

Porque la música opaca el libro, la gastronomía opaca al libro, Telemicro opaca al libro… y entonces el llamado protagonista de la Feria terminaba siendo un actor secundario. Lo cual en una sociedad donde ya es muy difícil y extraño leer, debido al ruido, el constante estímulo y la poca disciplina, es digno de lamentar.

El Ministerio de Cultura para este año se enfocó en desmontar estas críticas y lo logró. Pero surgieron otras como la de la muchacha que inicia la nota: “poca asistencia”, “aburrido”… Porque si restamos de la ecuación esos mismos elementos que opacan al libro, la popularidad del evento cae de manera estrepitosa, y buena parte de la gente acostumbrada al espectáculo se decepciona.
¿Cómo compaginar entonces ambos mundos sin menospreciar al otro? Es la pregunta que deben hacerse las autoridades. Y la respuesta es fácil, ofreciendo los dos aparte.

Cada año se nota la necesidad de eventos culturales, la ciudad y quienes la habitan precisamos de este tipo de actividades, dónde caminar, compartir y aprender. Y es que las ferias pasadas habían establecido un buen argumento en favor de la existencia de dos ferias, no para un innecesario dilema entre escritores y artistas.

Todos sabemos que la Cultura supera al libro, y que como tal una feria al Libro es insuficiente para una ciudadanía ávida de cultura. Por lo que, se hace propicio crear tanto una Feria del Libro como una Feria de la Cultura para los años venideros.

En la Feria de la Cultura, el Ministerio podría aprender de todos estos pequeños Festivales que frecuentemente se suceden en la capital (como el BurgerFest, que el Ministerio incluso ha apoyado) y reinventarse. Puede dividir la Plaza de la Cultura en un área gastronómica (invitar a los  Foodtrucks de comida), agregar un área de danza, un área para niños, tener un programa de teatro, de música y también, claro, un espacio menor para el libro. Porque el Libro tendrá su propia Feria, la cual debe hacerse más modesta y centrada. Y en esta nueva Feria del Libro convendría que la misma:

1) Se expanda a un mes, teniendo como el grueso de actividades (y pensando en los trabajadores) los fines de semanas, no los días laborables.
2) Se dedique no sólo a un autor y a un país, sino a un libro. Un libro del cual se hagan simposios, concursos y hasta juegos.
3) Se publicite y eduque con tiempo la presencia de grandes invitados, como Leonardo Padura y Raul Zurita, presentes en la Feria pasada, pero quienes no contaron con una difusión correspondiente a su estatura de escritores.
4) Obligue a las instituciones del gobierno (que tanto millones gastan) a elegir un autor y un libro de su respectivo tema para fomentar el contenido. A modo de ejemplo puede ser que si el Tribunal Constitucional decide tener una caseta, el mismo se vea obligado a elegir una obra de Hans Kelsen sobre Derecho Constitucional y deba promoverla.

Así la nueva Feria del Libro deberá tener como propósito el ser menos densa y más digerible. Mientras que la nueva Feria de la Cultura será por su parte más parecida a lo que conocimos en años anteriores. El Ministerio de Cultura podría celebrar con 6 meses de distancia una de la otra, para tener tiempo de entregarnos su mejor oferta.


Y es que si como dice el Ministro de Cultura, Pedro Verges, en 2014 se gastaron 146 millones de pesos en la Feria del Libro, mientras que en 2017 su administración proyectaba gastar solo 80 millones de pesos, estamos en capacidad de producir dos ferias en el año y fomentar el desarrollo de una cultura nacional con calidad. ¡Anímese Ministro!

Las Offshore, paraísos del escape, robo a los Estados Nacionales

“Los paraísos fiscales no son sólo sobre impuestos. Se trata de escaparse – escaparse de las leyes criminales, de los deudores, de los impuestos, escaparse de una prudente regulación financiera – y sobre todo, escaparse del escrutinio democrático y de la rendición de cuentas” Nick Shaxson

Hace alrededor de un año a raíz de revelaciones de que políticos ecuatorianos tenían cuentas en paraísos fiscales, el Presidente Rafael Correa dijo “Me indigna que funcionarios públicos tengan empresas offshore; contradice el espíritu de nuestro Gobierno”. A pesar de no ser ilegales, los paraísos fiscales le roban cada año a los Estados nacionales miles de millones de dólares, con el propósito de hacer a sus titulares más ricos e independientes de tributaciones locales, aumentando la desigualdad social.

Para tener una idea, la riqueza financiera global presupuestada se calcula en 95.5 trillones de dólares, esto viene siendo la suma de todos los depósitos, portafolios de acciones, acciones en fondos mutuales, contratos de seguro tenidos por individuos sin deudas… Siendo conservador Gabriel Zucman en su libro “La riqueza perdida de las naciones” estima que el 8% de esa riqueza es decir 7.6 trillones se encuentra en paraísos fiscales, para tener una cifra de comparación la deuda total de Grecia es de 350 billones de dólares.

El presidente Correa no se quedaría de manos cruzadas,  y estableció en las pasadas elecciones un plebiscito en el cual el pueblo ecuatoriano decidiría si los funcionarios públicos podían poseer estas llamadas cuentas offshore. Y la gente decidió que no. Correa diría “Ganamos ampliamente la consulta popular… Queremos de verdad luchar contra la corrupción, no a los paraísos fiscales o visto de otra forma sí a la consulta popular”.

Un buen triunfo para el Ecuador. Ya que este tipo de esquema financiero afecta mayormente a los países pequeños o en vías de desarrollo, los cuales carecen de mecanismos o fuerza suficiente para exigirles transparencia a los países huéspedes de paraísos fiscales. Es decir, desconocen cuáles de sus ciudadanos evaden sus responsabilidades fiscales y tributarias y no pueden perseguirlos. EEUU podría forzar a Suiza a entregarle esos datos con FATCA, pero República Dominicana no, porque carece de capacidad para influir y negociar con Suiza. Por eso vemos como América Latina pierde el 22% de su riqueza financiera en estos paraísos mientras que EEUU sólo el 4%.

Y aún si el acuerdo entre los países tuviese lugar, resolver este problema no sería tarea fácil. Las entidades financieras construyen complejos sistemas, usan compañías de carpeta, trusts, holdings y fundaciones como titulares. Por lo que un país pida las informaciones sobre sus nacionales a un banco puede ser inútil cuando una compañía de nacionalidad A, está formada por compañías de nacionalidades B y C, a su vez compuestas de individuos de nacionalidad D, E y F.

Tampoco será fácil ya que la velocidad con la que ocurren este tipo de transacciones permite el rápido escape de los evasores de la lenta burocracia persecutora estatal. Hace unos años se conoció el caso de un político europeo que cuando su Estado fue a inquirir al banco si tenía cuentas, la respuesta se limitó a ser negativa, el dinero había sido transferido a otra offshore en Singapur.

En el caso de los políticos es peor, porque ellos tienen un mandato popular, y al representar el Estado, evadir o eludir sus impuestos es antiético e indignante. Sin embargo el noble ejemplo de Correa y Ecuador puede que resulte insuficiente, ya que el mecanismo de evadir impuestos por excelencia se mantiene, ese de poner las cuentas a nombre de un tercero.

Penosa e insuficiente es la respuesta también desde el ámbito de políticas públicas de muchos Estados, las cuales se encaminan cada día en perder más ingresos. Disminuir los impuestos (y por ende la inversión social) para atraer inversionistas mientras observan cómo se generan más rentabilidad en los paraísos fiscales. Otras respuestas aplicadas adolecen del problema porque se hacen confiando en los mismos banqueros que el sistema crea y mantiene.

Pero hay salida. Gabriel Zucman propone en su libro un mecanismo mundial centralizado que regulen estos valores, ahora mismo existen pero tienen limitaciones territoriales y son privados, no comparten información con los Estados de manera regular. De igual forma sugiere crear impuestos globales en las fuentes, lo cual reduciría las compañías de carpeta y otras técnicas de simulación, la opacidad e induciría a los beneficiarios a declarar.

Otro aspecto esencial es terminar con el Secreto Financiero, esto es la privacidad de los fondos de las personas en las instituciones financieras. Uno de los miedos de un organismo centralizado es que al tener todos los valores de las personas registrados se afecte la privacidad individual. Sin embargo, Zucman explica que todos los países tienen registro de propiedad para inmuebles, pudiendo saber con certeza quién posee un determinado terreno en casi cualquier parte del mundo y cobrarle los debidos impuestos, y esta era considerada la fuente principal de riqueza en el pasado.


Todo esto sólo es obtenible si se logra una presión conjunta de las víctimas (los pueblos) frente a los paraísos fiscales. Y es que en la actualidad, los más grandes ladrones de nuestros Estados son las políticas de países como Suiza, Islas Caimán, Panamá, Luxemburgo, Singapur y demás sucursales de paraísos fiscales. O bien Paraísos de la desigualdad que mientras el número de cuentas offshores aumentan, ven el número de clientes disminuir. Paraísos de la evasión formados por una mayoría de personas que no los declaran en sus países de origen ni pagan iguales tributos, paraísos de la elusión, del lavado… Infiernos de la democracia, de la igualdad, del desarrollo… A los cuales deben hoy enfrentar los Estados, aunque sólo sea iniciando por sus funcionarios.

Friday, January 27, 2017

El lado izquierdo del Festival Presidente

Sentirse viejo es una negación constante. Probablemente del subconsciente buscando evadir la muerte, o quizás de la monotonía, de esa que no te ayuda a registrar que los años pasan de a golpe y te atrofia la perspectiva.

Y sin embargo resulta que la vida, esa gran bromista, es también un match de boxeo. Te devuelve a trompadas lo que has pretendido con empeño ignorar con los años. Tres momentos, tres golpes recuerdo que me confirmaron que a pesar de mi edad, el tiempo no aminora su marcha.

Y es que se trata de pequeñas cosas, no son las inmensas ni las más simbólicas, esas tu sabes que vienen, las reconoces y las esquivas. Es decir, no son las bodas ni los hijos de los amigos, no es la falta de resistencia física al deporte o alcohol, el pago de impuestos o la muerte de un ser querido, mentiras. Son las sencillas, son las canas surgidas, el apretar los ojos para recuperar la vista, los nuevos consejos paternales de tus amigos, sus excusas para faltar al dominó de los domingos.

Al último festival Presidente que asistí fui bastante emocionado, no por quienes tocaban allí, sino movido por el reencuentro y la nostalgia. Uno va prefijado con sus antiguas emociones y estructuras a los sitios de antaño, intentando repetirlas sin percatarse de que tal vez han desvanecido. Desde que llegué al Festival, al amigo que me acompañaba le dije con la confianza de años anteriores: “Sígueme, que es del lado izquierdo que se sitúa mi gente”. El estadio estaba repleto. Pero a diferencia de años anteriores, caminando y caminando me percaté de que nadie me era familiar. La gente seguía siendo joven, era cierto, pero no eran los míos, siquiera de mi edad. En una atiné a ver a un menor del colegio a quién le llevaba varios cursos y que en aquella época apenas saludaba, y me fundí en un abrazo, no por el hecho de verlo, era más bien un leve agradecimiento por reconocerlo, por ser alguien conocido en el lado izquierdo, que me ayudaba a no claudicar ante el amigo que hacía minutos me pedía marcharnos hacia el centro. Fue doloroso el golpe, era la vida boxeando, un straight punch con su guante rojo izquierdo a un pecho ingenuo y descubierto.

Hace unos meses, me llamaron de la DGII que presentaba incongruencias en mis estados impositivos. Sin temor alguno porque dudo tener un perfil profuso allá, estuve al punto de trancarle, pero resultó ser uno de mis mejores amigos intentado hacerme una broma. No le salió, pero ya que estábamos en hora de almuerzo, aproveché para preguntarle que tenía en agenda a ver si nos juntábamos a comer. Sin preámbulos ni adornaciones me dijo el buen perro “Comeré con mi esposa e hijo”. Right Hook. Una pedrada a la cara que me dejaría aturdido, pero que aún no me lograba tumbar.

Porque al menos me quedaba el fútbol. Y como envejecí jugando con la misma gente, todos nos hicimos más torpes sin sentir nuestro juego hacerse lento. Sin embargo, un buen día saliendo de la cancha, me topé con dos lindas muchachas que me pidieron llenar unos formularios para ayudarlas con su tesis. Después de haber terminado, me dicen que si podía conseguirle más amigos, así que invité a todo el equipo. En una se le zafó demasiado alto la siguiente frase a una de las muchachas “Ha sido mejor ahora porque hemos conseguido un grupo más viejo”… Yo levanté la mirada del celular con cara de quien ve a un amigo clavarle el cuchillo, y solo atiné a preguntar “Cómo?”. La otra muchacha al verme sorprendido y notar el desliz de su amiga trató de remediar el asunto “Quiso decir un público más adulto”, torcí la cabeza hacia a ella con cara de perro confundido mientras le veía girar el cuchillo, haciendo más honda la herida. No recuerdo si pedí una cerveza o me fuí del sitio. Pero en definitiva fue un uppercut a la barbilla. Knockout. La juventud al suelo. Había que admitirlo, estaba añejo.



Y es que no, no son las bodas ni los hijos de los amigos, son sus consejos y excusas justificadas. No son los comentarios de las muchachas jóvenes, es ver a esas muchachas buscándole la vuelta, los eufemismos pa’ no ofenderme y hacer lo políticamente correcto. No, no es que no exista el Festival Presidente ni que la cerveza ya no sea dominicana, es encontrarse solo buscando por todos lados a cualquier viejo amigo en el lado izquierdo del estadio.



T,