Thursday, February 25, 2016

¿Por qué el tipo más odiado de EEUU es necesario?

Pido disculpas a aquellos que llegaron aquí pensando en Donald Trump, según las encuestas su popularidad es bastante alta, distinta al caballero que les voy a presentar. Su nombre es  Martin Shkreli y es quizás la persona más odiada de los Estados Unidos en la actualidad. Tiene apenas 32 años y no ha sido condenado por hacer algo ilegal. Cabe entonces preguntar ¿Por qué el repudio?

Shkreli fundó una compañía farmacéutica. En vez de invertir en producir nuevos medicamentos decidió cambiar el enfoque empresarial. Pensó comprar las marcas de medicamentos que no tenían patentes. Ese mercado no es muy cotizado porque, ¿Por qué alguien iba a invertir en medicamentos sin patentes y de reducido uso? Pero Shkreli vio una oportunidad. Compró una marca llamada "Daraprim" que no tenia genéricos ni competencia disponible. Redujo la distribución del medicamento y aumentó de 13.50 dólares a 750US$ el precio de la pastilla.

¿Que es Daraprim? Es el medicamento por excelencia para enfrentar el parásito de la toxoplasmosis. Esta enfermedad es un mal común en EEUU y la medicación no es urgente para todos. Sólo aquellos pacientes que tienen VIH/SIDA o que por alguna razón poseen un sistema inmunológico deficiente son afectados de gravedad necesitando Daraprim. Al ser la única receta disponible y no ser lucrativo el mercado por la poca cantidad de personas que la usan se abría para Shkreli la ventana del abuso.

El aumento repentino desató el pandemonio. El tema se hizo político. Los candidatos presidenciales salieron a criticarlo, primero Bernie Sanders, después Hillary Clinton y hasta Donald Trump. Tanto que por un sencillo tuit, Hillary hizo que el índice del sector biotecnológico de la Bolsa de Valores (que agrupa este tipo de empresas) cayera abruptamente. El tuit decía “La especulación de precios, en especial del mercado de medicamentos es indignante. Mañana desarrollaré un plan de cómo enfrentarla.”

Algunos inversionistas en la compañía de Shkreli se retiraron con el escándalo. Por lo que Shkreli apostó por aumentar los planes de distribución gratuita del medicamento y dar la cara. La competencia se activó y la farmacéutica Imprimis prometió ofrecer un medicamento alterno, jugando también al posicionamiento de mercado en base a su “humanidad”. Pero, ¿por qué las empresas farmacéuticas pueden jugar con el mercado y la salud de la gente tan impunemente?

Sucede que en Estados Unidos no hay regulación sobre los precios de los medicamentos. Es el mercado que “actúa”, así que mientras el consumidor aguante pueden subir según su preferencia. Martin Shkreli no hizo nada distinto, sólo que exagerado y abrupto. Cuando lo entrevistaron a raíz de la subida habló como empresario, hubiese preferido subir el precio aun más porque “Nuestros accionistas esperan hacer la mayor cantidad de dinero posible”. Y así trabajan las grandes farmacéuticas, obvio que con otro tacto. Suben precios 10% en vez 7000% como Shkreli. Y esos precios ya no reflejan el costo de producción, investigación o inversión en desarrollo de la empresa, sino la voracidad de sus ejecutivos y accionistas, tan alta como el mercado permita.

Y peor aún, según las leyes de EEUU el Medicare (la principal fuente pública de gasto en salud) no está capacitada para negociar con las compañías farmacéuticas los precios de los medicamentos que adquieren. A diferencia de otras instituciones y gran parte de los países que sí lo negocian, el Medicare tiene que atenerse a lo dispuesto por el “mercado”. Quitarle esta capacidad fue un logro de los intereses especiales (lobby) que afectan los congresos del mundo.

La ambición trepadora y mecanismos de Shkreli no son distintos a los que se mueven en el mundo corporativo de EEUU, basta ver el origen de Shkreli para saber por qué se comporta como lo hace. Viene de un fondo de inversiones de Wall Street donde se hizo millonario. Y todos sabemos cómo se comporta estos ejecutivos, sino recomiendo ver la película The Big Short para tener una idea.

El es la imagen descarnada de ese comportamiento en el sector farmacéutico. Otras compañías hacen lo mismo sin dudas, pero Shkreli es memorable por su actitud presuntuosa, desvergonzada y su reacia voluntad a rectificar. Lo han llamado sociópata, pero si así fuera estamos rodeados. Su existencia es necesaria y hay que agradecerla porque le pone rostro (y uno fácil de odiar) a la especulación, la ambición y la necesidad de regular estos turpenes.

Por cosas como esta es que EEUU es uno de los países que más gasta en salud per cápita en el mundo, sin poder garantizarles acceso de calidad a todos sus ciudadanos como sus pares desarrollados. Este comportamiento aumenta costos para todo el sistema, no sólo para los que están fuera de los seguros. Sino que tanto las aseguradoras, intermediarios, los ciudadanos y el Estado terminan pagando más por medicamentos, por pólizas y por deducibles.

Bernie Sanders desde la razón escribió en estos días que: “El año pasado, 1 de cada 5 americanos -35 millones de personas- no pudieron pagar sus prescripciones. Los precios de algunos medicamentos han aumentado en un 1,000% o más en los últimos años. Desde 2002, el gasto total en medicina en Estados Unidos ha subido 90%. Necesitamos un líder en la FDA que esté preparado para enfrentar a las compañías farmacéuticas. Necesitamos a alguien que trabaje para disminuir los precios de medicamentos, implementar reglas para importar marcas de Canadá y haga responsable a las compañías que defraudan nuestro gobierno”

Recientemente, el Senado llamó a Martin Shkreli para cuestionarle sobre otro caso irregular en su expediente. El decidió no hablar, dijo que era una persecución por haber aumentado Daraprim meses atrás. Y escribió en Twitter: "Difícil de aceptar que estos imbéciles representan a las personas en nuestro gobierno". Y quizás tenga razón sobre la imbecilidad, pero no por lo que él cree, sino porque hasta la fecha no ha sucedido un cambio sustancial en el sistema.

T.

Wednesday, February 3, 2016

Los oportunistas de Duarte

“Mientras el pasado tenga que ser descrito como algo digno de ser imitado, como imitable y posible por segunda vez, corre el peligro de ser retorcido un poco, de ser embellecido y así aproximado a la libre invención” F. Nietzsche

En un pasado artículo “Que hacemos con los políticos muertos?” escribí sobre como los cultos funerarios han sido útiles para consolidar liderazgos. Allí donde un líder muerto es celebrado, hay usualmente un oportunista sacando ventaja de la situación. Mencioné casos relativos al siglo XX en el país (Trujillo, Balaguer y Desiderio). Sin embargo, salté el fundacional criollo que es el del padre de la patria, Juan Pablo Duarte. Y aquí quiero felicitar al padre Pablo Mella por su gran obra “Los espejos de Duarte” que me ha facilitado la comprensión.

La historia del Duarte organizador y figura prístina para nuestra identidad, no debe contarse sin las circunstancias que lo rodearon. Duarte fue uno de los principales actores políticos que se organizaron para conseguir la independencia del país.

Para hacerlo posible había que promover y aprovechar el momento preciso de crisis en Haití, agenciarse el apoyo de los Hateros (Pedro Santana), de la pequeña burguesía y el batallón de los morenos 31 y 32, de lo contrario era insostenible la idea de país después del 27 de febrero. La confluencia de estos factores dan pie a la República, sin ellos hubiese sido otro Núñez de Cáceres u otro Ciriaco Ramírez, es decir no más que un intento. Eran tantos actores y tan disímiles intereses, que Duarte no lograría asumir la presidencia y desarrollar su visión. Fue una amenaza para el poder real y resultaría exiliado debido a eso.
Después de 1844 el General Duarte fue a vivir a Venezuela y no regresaría por muchos años, la vida del pequeño país seguiría. Sus años venezolanos son oscuros, la versión clásica nos dice que sufrió el exilio en la pobreza, mientras otra nos dice que vivía bien codeándose entre la clase alta de Venezuela. Duarte moriría en el olvido y allí permanecería por décadas hasta llegado el año de 1884.
Para ese entonces, Ulises Hereaux presidía el país y su opositor político era su antecesor Fernando Arturo de Meriño. Para realzar su figura en la nación y devaluar la de Lilís, Meriño aprovecha el retorno de los huesos de Duarte al país. Y desde la Iglesia y la intelectualidad promovería la figura de Duarte para consolidar una narrativa histórica que le favoreciera. En ella Lilís se asemeja a Pedro Santana y Meriño a Duarte. Esto desde el aspecto ideológico, racial y hasta como el pueblo le había reciprocado sus sacrificios. Tan lejos llegó Meriño en su afán, que se jactó públicamente de tener un amuleto que antes le pertenecía a Duarte y era su más preciada prenda, buscando fortalecer la vinculación en el imaginario colectivo.
Fue a partir de allí que se rescató la memoria de Duarte. Y a la que dependiendo del historiador y el momento fueron agregándosele espejos (como dice Pablo Mella) o ilusiones nuevas. Ejemplos de estos son: El Duarte sacrificado que no quiso ser Presidente, el Duarte que no era militar (como Lilís) sino ciudadano (como Meriño), el Duarte-empresario, y en algunos casos peligrosos por su desproporción y vigencia como el Duarte anti-haitiano o el Duarte-Cristo-Mesías de Balaguer, Meriño y Alfau Duran. Todos manipulados para servir distintas agendas.
¿Quiénes entonces serían los encargados de recordar décadas después la historia de Duarte? Su hermana y su mejor amigo (Serra) fueron conminados por Meriño a hacer Apuntes de lo que recordaban. Y a pesar de que la cercanía prometía una parcialidad clara, sus textos no han sido cuestionados críticamente sino asumidos y hasta corregidos. Cabe imaginarse que tan distinta seria la historia de un Trujillo si su hermana y uno de sus mejores amigos fueran los encargados de relatarla 4 décadas después de su salida y olvido.
A Mella, Santana y Sánchez se le pueden criticar sus impurezas, porque estaban en la faena diaria, donde había que definirse. Por lo que de ellos solo Duarte podía ser reescrito y remodelado,  y lo fue. Era perfecto para esto por su sacrificio temprano y posterior distanciamiento de los problemas diarios de la vida republicana. En los últimos 40 años de historia no se había agenciado un enemigo nuevo. Pocos datos fueron los registrados de una Trinitaria que apenas duró par de años y de una Filantrópica comprometida pero no masiva.
Y aunque no podemos menospreciar estas organizaciones en sus roles de comunicación, imprenta y la cultura de construcción de la identidad, magnificarlos también puede ser fallido, porque ignoraría los aportes de otros grupos igual de determinantes para la independencia.
A Duarte le despojaron su condición de General de la cual se enorgulleció hasta su muerte. A Duarte le despojaron de su intentona Presidencial por la cual se ganaría el honroso exilio. Lo volvieron más sacrificado, más triste, más católico, más santo. Y lo reconstruyeron amigos, familiares y algunos políticos que se valoraban con su relato.
Sin embargo, Duarte no necesita que lo pongan más alto y lejano. “Su valía intelectual no era nada extraordinaria, no puede ser considerado un pensador… (pero) reveló una grandeza moral inaccesible y una lealtad permanente a su credo liberal-romántico y nacionalista” diría Juan Isidro Jiménez Grullón. Y eso junto a su rol de organizador independentista es más que suficiente para recordarlo.
Por lo que la próxima vez que le hablen de un Duarte (u otro político muerto) inmaculado y monumental, alerta que quizás alguien le está construyendo un espejo de la historia para sacar provecho y manipularle en el trayecto.

Monday, February 1, 2016

Las 4 puertas que abre la muerte de Juancito

Ha consternado al país la muerte del alcalde Juan de los Santos, la de su seguridad y el posterior suicidio del asesino. Esto por tratarse de una figura empresarial y política de éxito. Se pueden criticar ambas facetas, pero no entra en discusión su meteórico ascenso a la cima, su popularidad y su sencillez de trato.
Por lo que conocemos, Luis Feliz abrumado por problemas con los De los Santos decidió quitarle la vida al cabeza de la familia. Esta es una tragedia que se perpetuará en el tiempo para la sociedad dominicana. Será difícil borrar la impresión que deja el joven político fallecido, la inseguridad general que se produce y la vulnerabilidad que sentimos al ver la mortalidad del poderoso magnate caído de repente. También tendremos secuelas a futuro ya que la tragedia deja alrededor de una decena de niños en la orfandad, que crecerán y harán vida con el vacío y el dolor entre nosotros.
Todo indica que las razones que dieron pie a la desgracia no eran sólo económicas. Se había convertido en un problema personal que escapaba al plano empresarial, problemas que se magnificaron por la cercanía de los involucrados. Esto se hace visible por el proceder expedito,  abrupto e ilegal (según algunos) con el que se llevó el embargo y las presiones. Y aunque Juancito no llevaba la principalía en esta diatriba, yace la víctima principal de ella.
Ahora, todo el que observó y participó en el devenir de la desgracia anda a rastro con un bulto pesado de dolor e impotencia. La tragedia abre 4 puertas de debate que vale la pena estructurar para no olvidar, los cuales por razones de espacio sólo abordaré a grandes rasgos:
1. La violencia (económica): Nadie debe ser acorralado económicamente. El animal más indefenso ataca cuando se siente cercado. La abeja usa su aguijón contra quien la asedia aunque sabe que al usarlo sacrifica su vida. Algo así vivió Luis Feliz, una deuda millonaria de años era procurada de un día para otro, a riesgo de ser embargado, como lo terminaría siendo.  Dice su hermano que en esos días Feliz ni dormía, que se encontraba en una situación en que “Tu le ponías un fósforo y explotaba”. Los problemas se le amontaban (no sólo con los De los Santos) al éste parece llevar un estilo de vida más allá de sus posibilidades, endeudándose para sostenerlo.
Nada justifica la reacción abrupta, pero para entender las muertes hay que ir a lo que la produjo, ya que el día del embargo fue el de la tragedia. Sin embargo la violencia económica en este caso es apenas una rama del problema general. Porque lo cierto es que estamos inmersos en una vorágine de violencia, la cual es alimentada por la desigualdad, el echavainismo, la intolerancia, la falta de empatía y en esencia de espiritualidad. 
2. La Regulación de embargos: Todo el que ha formado parte de un embargo sabe que este suele tener vida propia lejos del acreedor, y que estos se caracterizan por la violencia, el tigueraje y la tristeza. Pero a raíz de la nueva ley de notarios el proceso parece hacerse más arbitrario. Por ejemplo, la viuda de Feliz dice que durante el embargo estuvieron en situación de secuestro ella y sus empleados a punta de pistolas, sin fiscales ni fuerza pública…. ¿Cómo diferenciar un embargo entonces de un asalto?
Existen facetas no reguladas como esta que atizan la violencia en un conflicto ya de por sí muy traumático. Cabe preguntarse como hace el diputado Vinicio Castillo ¿Por qué entonces el Senado engavetó la ley que regulaba la fuerza pública en los embargos?
3. El control de armas: Este es un país violento sin dudas. Pero ¿que pasó con esa hermosa costumbre de caerse a golpes con alguien? Ya no sucede. Todo el mundo está armado, el comediante Carlos Duran fue a hacerles una broma en un parque a dos personas y antes de realizarla, con sólo llamarlos, le sacaron pistolas. Duran, ante la sorpresa sólo atinó a decir “¿Y es regalando pistolas que están?”.
Otros ejemplos emblemáticos son el caso del padre de la ex modelo en Santiago, asesinado por rozar un carro, así como el del limpiavidrios asesinado por un conductor en la avenida Churchill. El porte de armas está fuera de control en el país y en el congreso duerme una ley, la cual aunque tiene que ser modificada y debatida debe formar parte de la agenda política y electoral.
4. Regulación contenido de medios. Las redes sociales brotaron en quejas por las imágenes que circularon medios de prensa del fallecido alcalde. Pero quienes se incomodaron con esto deben tener presente que este proceder no es ilegítimo, y en países como el nuestro ha sido tradición.
Tres aspectos que surgieron para regular a raíz de la cobertura son: a) el horario en que este tipo de imágenes son transmitidas, b) la colocación de un aviso precautorio antes de hacerlo y c) la posible prohibición de ellas. Ojalá que la supuesta indignación pueda ser canalizada en un proyecto que reforme y fortalezca el botellero que es La Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía, para que sean mejorados también otros elementos de la comunicación en el país.
El sentido de cercanía que se siente con la partida de Juancito Sport, por ser figura pública conmueve a la ciudadanía. Y es preciso para educar y establecer una agenda política. El Presidente Danilo Medina debió enfrentar la muerte del alcalde con un plan programático, no sólo llamar al rezo. Porque no basta rezar, ya lo dijo Dalai Lama recientemente “No podemos resolver este problema sólo rezando… Yo creo en rezar. Pero los humanos han creado este problema, y ahora estamos pidiendo a Dios que lo resuelva. Es ilógico”.
Al Presidente y a su mayoría parlamentaria les digo olvídese de nombrar calles o edificios en memoria del amigo fallecido. Comprométanse con una agenda progresista en cuanto a regulación de armas, de medios y de embargos en este mandato. Y no dejemos que estas muertes hayan sucedido en vano.