(Esta vez este Note no es mio, es del viejo, pero refleja un sentimiento que vale la pena compartir con todos, un abrazo. T.)
Votaré por Milagros Ortiz Bosch, porque representa una voluntad social y política que honra la representación ciudadana, que se empodera de los recursos éticos que posibilitan la reorientación de la sociedad dominicana. Votaré por ella porque en el desguarnecido escenario electoral inficionado de debilidades sistémicas y desmoronamiento de referencias históricas, ella simboliza la reciedumbre de la palabra comprometida, la bizarría de la reforma social, la fuerza contagiante de la solidaridad.
Votaré por Faride Raful porque ella traduce el relevo histórico del liderazgo social y político de la nación, porque ella es suficientemente joven para dotar de energías el rumbo moral de un país demandante y en lucha. Votaré por Faride porque es altamente capacitada, formada profesional y humanamente en las calderas de las ideas y del conocimiento, actualizada, crítica, con rangos de especialidad en maestrías en las mejores universidades del exterior, porque tiene experiencia legislativa acumulada en su participación redactora y de investigación en los proyectos de Salud, laborando como consultora legal del Sector Salud (CERSS).
Votaré por Milagros porque ha sido siempre una especie de mi fantasía política, en la transferencia de lo que debe ser un político, una legisladora, un ser de plenitudes entroncada en el deber y las exigencias más altas del conglomerado, en la rendición de cuentas permanente, en la vocación de servicio consagrada en su vida toda. Votaré por Faride porque es la más excelente expositora joven entre todos los candidatos y las candidatas, porque su voz expresa los rasgos de la coherencia, la vitalidad de los planteamientos, la fortaleza de unos principios adecuados a la post modernidad que insuflan aportes, ideas propositivas, esfuerzos concentrados en los correctivos del drama social.
Votaré por Milagros porque proporciona confianza, seguridad en los deberes y mandatos de la comunidad, porque tiene una hoja de servicios transparente, porque es idónea, porque tiene capacidad y fundamentos ideológicos, porque su experiencia consolida su objetividad, su visión pragmática de la realidad cambiante, sus ofertas de solución, su empleo de representante democrática, alerta en la formulación de propuestas congresuales, no sectaria, no ofuscada, siempre abierta y amplia.
Votaré por Faride porque me convencen sus planteamientos, porque es pura políticamente y tiene el prístino encanto de la ilusiones, porque esas ilusiones nutren las perspectivas de transformar la podredumbre social en pujanza y organización material y espiritual de una nueva Patria, porque esas ilusiones forjaron la noción de belleza y libertad de todas nuestras epopeyas. Votaré por Faride porque nos conecta con la juventud de hoy, porque en esa juventud, ella no es extraña, conoce sus vacíos y sus desvíos, y sirve como ejemplo, como aliciente para establecer los parámetros de nuevas alegrías y compromisos con la vida.
Votaré por Milagros porque ella es como el hada madrina de las nuevas generaciones, porque su poder es vinculante con todos los estamentos de la sociedad, porque no hay un solo sector organizado que no la vea como potable, como apropiada, como útil en las probabilidades de adecentar el Congreso Nacional. Votaré por Milagros porque es honesta, porque es ejemplo de decoro, porque por encima de las limitaciones humanas, ella irradia una voluntad de hacer y construir, de hermosura en su mirada de gema o lapislázuli, en sus gestos, en su presencia compañera, que enaltece el ejercicio de la política, ahora que la política esta flagelada por el descrédito y asediada por la degradación y el cieno.
Votaré por Faride Raful porque ella traduce el relevo histórico del liderazgo social y político de la nación, porque ella es suficientemente joven para dotar de energías el rumbo moral de un país demandante y en lucha. Votaré por Faride porque es altamente capacitada, formada profesional y humanamente en las calderas de las ideas y del conocimiento, actualizada, crítica, con rangos de especialidad en maestrías en las mejores universidades del exterior, porque tiene experiencia legislativa acumulada en su participación redactora y de investigación en los proyectos de Salud, laborando como consultora legal del Sector Salud (CERSS).
Votaré por Milagros porque ha sido siempre una especie de mi fantasía política, en la transferencia de lo que debe ser un político, una legisladora, un ser de plenitudes entroncada en el deber y las exigencias más altas del conglomerado, en la rendición de cuentas permanente, en la vocación de servicio consagrada en su vida toda. Votaré por Faride porque es la más excelente expositora joven entre todos los candidatos y las candidatas, porque su voz expresa los rasgos de la coherencia, la vitalidad de los planteamientos, la fortaleza de unos principios adecuados a la post modernidad que insuflan aportes, ideas propositivas, esfuerzos concentrados en los correctivos del drama social.
Votaré por Milagros porque proporciona confianza, seguridad en los deberes y mandatos de la comunidad, porque tiene una hoja de servicios transparente, porque es idónea, porque tiene capacidad y fundamentos ideológicos, porque su experiencia consolida su objetividad, su visión pragmática de la realidad cambiante, sus ofertas de solución, su empleo de representante democrática, alerta en la formulación de propuestas congresuales, no sectaria, no ofuscada, siempre abierta y amplia.
Votaré por Faride porque me convencen sus planteamientos, porque es pura políticamente y tiene el prístino encanto de la ilusiones, porque esas ilusiones nutren las perspectivas de transformar la podredumbre social en pujanza y organización material y espiritual de una nueva Patria, porque esas ilusiones forjaron la noción de belleza y libertad de todas nuestras epopeyas. Votaré por Faride porque nos conecta con la juventud de hoy, porque en esa juventud, ella no es extraña, conoce sus vacíos y sus desvíos, y sirve como ejemplo, como aliciente para establecer los parámetros de nuevas alegrías y compromisos con la vida.
Votaré por Milagros porque ella es como el hada madrina de las nuevas generaciones, porque su poder es vinculante con todos los estamentos de la sociedad, porque no hay un solo sector organizado que no la vea como potable, como apropiada, como útil en las probabilidades de adecentar el Congreso Nacional. Votaré por Milagros porque es honesta, porque es ejemplo de decoro, porque por encima de las limitaciones humanas, ella irradia una voluntad de hacer y construir, de hermosura en su mirada de gema o lapislázuli, en sus gestos, en su presencia compañera, que enaltece el ejercicio de la política, ahora que la política esta flagelada por el descrédito y asediada por la degradación y el cieno.
Votaré por Faride porque es autora de un formidable ensayo jurídico político: “Los delitos políticos: el Estado como agente infractor”, aporte para la construcción del pensamiento social e ideológico sobre el Poder político, donde expone con rigor y trascendencia conceptos esenciales de formulación teórica, desde el nacimiento mismo de la nación revelando la anomia y debilidad nodal del Estado dominicano. Votaré por Faride porque entre sus propuestas, están entre otras, proyectos legislativos sobre la seguridad ciudadana, la ley del trabajo social, la educación sexual, la corrupción administrativa.
Votaré por Milagros porque es una figura emblemática que tiene su alforja llena de iniciativas legislativas, porque trabaja sin tregua, porque es una dinamo de energías en movimiento, porque encabezará la lucha para cambiar este orden social histórico, al cual el doctor Tirso Mejía Ricart ha llamado con propiedad, “lumpen democracia” y cuya responsabilidad comparten en gran medida los partidos existentes. Votaré en la Circunscripción uno del Distrito Nacional por dos mujeres que representan “lo mejor de lo viejo y lo mejor de lo nuevo”. Votaré por Milagros, porque he tenido el privilegio de compartir sus ideas y propósitos, y votaré por Faride porque la conozco desde antes de nacer, cuando era un proyecto de ternura de su madre y mío, y puedo dar fe de que no le fallará ni a los electores ni al destino.
por Tony Raful
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