Resulta que andábamos un grupo velando los intereses civiles y comerciales de nuestro buen amigo Javier por donde el diablo tiro la chancleta y dejo la correa...allá en un pueblo llamado Puerta Hierro.
Decidimos como grupo que este fin de semana iríamos allá porque no estábamos en coger carreteras cortas y sencillas como a Higuey o Samana, queríamos un viaje allende los contadores no llegan, el agua es abundante y los hombres usan taparrabos.
Nada extraordinario ocurrió en el trayecto ni en la estadía por allá en
Todo continuó bajo control hasta que unos metros más adelante nos dimos cuenta de un ruido que hacia el aro y la goma sin aire...
T: Papa es que tu iba rápido en esa bajada, tu no viste el badén y el hoyo...
CG: Que bajada, que badén, que poillo, que caetera (ok inside joke)? No fue una bajada (argumenta el joven)...
T: CLARO QUE FUE UNA BAJADA, tu taba como abobao del sueño era Carlos!...
CG: Oye no fue una bajada ni había badén, era un hoyo solitario y profundo como con colmillos, y un reflejo satánico...
T: Ay si ay si, como si eso hace mejor argumento.
Salimos del auto rápidamente (yo considerando el territorio alejado y hostil que nos encontrábamos decido verme a mi mismo como un técnico de formula 1 que en 20 segundos cambian gomas, así que me pongo manos a la obra de manera inmediato)
(1 hora después...)
OYE ESA TUERCA NO TA HECHA PA QUE
(media hora después)
Como fieles seguidores del movimiento racionalista buscamos en el manual la afirmación de nuestros actos. Estábamos en lo correcto y así fue que dos horas después usando el peso de
En eso decidimos no volver a Puerta de Hierro por un tiempo prudente ni andar con Carlos después de las 11 p.m. cuando se vuelve como los viejos y cabecea en la películas dormido y sólo lo levanta su propio ronquido, pero eso es materia de otro note y otro día...
T.
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