Tuesday, January 11, 2011

Cuida'o con volver

"...y aún sigue la bandera en el balcón de los vecinos/
sólo que ya no estas tu..." C. Varela

Con la partida al extranjero de un buen amigo, pensé en la idea del regreso. Cualquier persona después de un tiempo fuera o alejado de un ambiente donde ha querido y ha sido feliz, añora el regreso. Le pasa con las cosas sencillas quizás con la escuela o la universidad, tal vez con el lugar donde pasó la niñez, y casi todos llegamos a dar crédito a aquello que subraya el poeta Jorge Manriques en sus coplas de que "...todo tiempo pasado fue mejor" aunque no haya sido así.

Joaquín Sabina canta en "Peces de Ciudad" que en Comala (lugar de ambiente de la novela de Juan Rulfo "Pedro Paramo") comprendió que al "lugar donde has sido feliz / no debieras tratar de volver". Esta perspectiva entiendo que emerge por razones similares a las que Aznavour en "La Bohemia" encontró a París cambiado, o que Chichi Peralta en "De vuelta al Barrio" al volver a su vecindario se percató que éste no era el  recordado, y podríamos seguir enumerando infinita cantidad de ocasiones parecidas.

Entiendo que hay dos grandes vertientes con este asunto de regresar a un sitio donde fuiste feliz y encontrarlo cambiado.

1) La distancia lo perfecciona

Con distancia no necesariamente me refiero a una que se pueda medir en kilómetros, sino a un alejamiento. Entiendo que cuando recordamos tenemos tendencia a verlo en positivo todo, la mente entonces suprime los malos momentos, reeditamos nuestra vida como una película, y por ejemplo la niñez pasa de ser una época en la que queríamos ser adultos para ser libres, a una en la que todo lo tuvimos resuelto...  si bien es cierto que la percepción cambia con el tiempo, no menos cierto es que alejarse de algo, incluso de alguien lo perfecciona.

Entonces cuando vuelves a la realidad (si es posible volver), observas los lugares y las personas sin editar, sin esa versión que lograste moldear, y ocurre una frustración.

2) El tiempo.

La segunda variable tiene que ser el tiempo, el tiempo todo lo puede.  Cuando regresas adonde querías pueden suceder a grandes rasgos dos cosas:

a) todo ha cambiado porque todo fluye, ya lo dijo Heráclito, no debe causar sorpresa que ya ella no te espera, que aquel café se ha convertido en discoteca, que la esquina del dominó se ha convertido en un punto de crack, es decir que cambie, porque el cambio es ley de la vida; puede pasar eso como que..

b) todo sigue igual, y esto es peligroso porque puede causar tanto confort como decepción...

En su canción de las cosas de las Cosas Simples, la voz de Mercedes Sosa canta que: "Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida/ Y entonces comprende como están de ausentes las cosas perdidas..."

Cierto o no, resulta que el mundo no espera a nadie. Sin embargo, dichos cambios no han de significar el triunfo de la tristeza, triste sería el regreso después de viajes donde todo siga igual. En "La Bohemia" Charles Aznavour nos canta que lo que él vivió su luz perdió, pero no significa que no hay miles de bohemias nacientes en todos los rincones de París... o millones de personas en los mismos viejos sitios amando la vida (en el caso de Mercedes Sosa..) tu vida cambia, pero la vida sigue.

Así que mi consejo hacia un amigo que tenga que partir sería el mismo mensaje de la canción que escribió Armando Tejada Gómez con el cual los dejo...:

"Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
Que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo."

T.

1 comment:

Anonymous said...

genial.

Ff.