Monday, September 20, 2021

Tokischa y la basura

 

“Nunca, como en este siglo, el hombre vulgar ha tenido tantos defensores”. A.D.

Todo el mundo tiene derecho a consumir basura. Y tiene derecho a valorar más una cadena de comida rápida que el producto terminado de un buen chef. Ojo, esto escrito por un recurrente consumidor de basura, musical y gastronómica, no quisiera elevar mis preferencias sobre las de nadie. Lo que todo el mundo debe tener, es la capacidad de discernir cuando uno está ante una cosa meritoria y cuando está ante algo sencillo, envilecedor y fútil.

De ahí que lleguemos al tema de Tokischa, una cantante dominicana cuyo mérito es atribuido debido a su capacidad de confrontar y escandalizar a nuestra sociedad. Tokischa tiene una tremenda capacidad de desdoblarse, en la cual asume este personaje extravagante y colorido que crea impacto. Su vehículo principal hacia la fama ha sido trabajar con temas comunes de la “cultura urbana” como el sexo y la droga, acentuado en la imagen y lo explícito. Es el camino rápido a la popularidad y su ejemplo, queramos o no, fomenta la réplica y empobrece. Y es que para poco sirven los estudios u otra forma de esfuerzo en un país en los cuales estos son los triunfadores celebrados.

Tokischa es entretenimiento y comercio, no arte. Ha encontrado un nicho en el mercado musical y lo ha sabido explotar. En algún momento tendrá que recogerse, o bien porque llegó un punto de inflexión donde ya no será capaz de generar escándalo con los mismos temas, o bien porque los patrocinadores sugieren que es lo prudente comercialmente. Claro que, en ese trayecto al recogimiento, puede que le quede mucho de ridículo y un día la encontremos como a Madonna en el 1993, simulando masturbarse con la bandera de Puerto Rico. El camino es amplio si se es creativo.

No obstante, la iconografía a su alrededor mueve al rechazo. La necesidad de elevarla e idolatrarla molesta, inclusive si es solo para enfadar a algunos conservadores recalcitrantes, ya que ensalza un camino trillado y de poco esfuerzo. Tokischa es elemental, aunque pueda ser simpática en ocasiones. Musicalmente no tiene nada que ofrecer, sus letras o voz tampoco, por eso su vínculo con la controversia. Me recuerda a cierta gracia de nuestro animador favorito “El Pachá”. Me atrevería a decir que Tokischa es una especie de animadora, de un Pachá sexualizado y con mejor estética.

Sin embargo, ¿debe la querida Tokischa ser algo más que esto? ¿Debe ser un paradigma moral? No. Que sea como cree ser. Ella sabe que lo otro no vende. Por eso reza semidesnuda frente a una virgen en La Vega, lo fotografía y sube a redes. No le importa la religión ni la comunidad. Le importan ella y su posicionamiento. Es mercadeo sin base firme. Tokischa no libera a nadie, porque está encadenada en los instintos más básicos y los placeres evasivos. Aun así, no estamos para exigirle y a quien le gusta que la consuma.

Pero cuidado, no por eso debemos infravalorar su impacto. Su carrera a la mediocridad; a la glorificación de los instintos; a la promoción del “desacato escolar” o bailes sexuales con menores... es criticable, en horarios censurable. Es necesaria para recordar que quizás necesitamos más escuela, más metáforas y mayor complejidad. Aunque esto requiere esfuerzo de los artistas, requiere sobre todo esfuerzo de la demanda, de un público que no parece desarrollado para valorarlo.

La Toki y sus acólitos dicen que ella nada le debe a la sociedad y que no cría a nadie. Sin embargo, ante el auge y penetración de las redes, padres cada vez más ocupados, hogares monoparentales, barrios hacinados y música cada vez más alta en algunos sectores… es irresponsable no reconocer la capacidad de influencia, el deber que tenemos de cuidarnos entre todos y la necesidad de criticarle.

No se trata de lesbianismo. Un amigo recientemente me dijo que ese era mi problema de fondo a raíz de la colaboración con la Rosalía. Le respondí con una pregunta “¿Acaso hay una canción más hermosa que ‘Mujer contra Mujer’ de Mecano o ‘Mar y Luna’ de Chico Buarque?” ambas de matices lésbicos. Me da trabajo encontrar una mejor, pero quizás sucede que en esas hay uso de recursos metafóricos, melodías y una producción vocal de calidad.

No se trata de marxismo. A pesar de un comentario en las redes que atribuía al “cuco” del “marxismo cultural” el éxito de Tokischa, el filósofo Theodor Adorno venía criticando la industria musical desde 1930. Este decía que fomentaba la basura artística. Esto porque en el camino a vender muchos discos, la industria establece una fórmula de éxito dirigida al común denominador, al menos exigente del gusto popular y todos se van adaptando a ese pensamiento. Así, según Adorno, se genera un cemento social que hasta evade a las clases populares de sus problemas. Es esta necesidad de vender, de comerciar y de posicionarse que mueve a los artistas. En ese juego, Tokischa es solo una emprendedora amoral más, parte del engranaje.

No se trata tampoco de ser mujer. La vulgaridad, la cercanía y lo vistoso es lo que mueve a la repulsión de algunos con el tema de Tokischa. Si Bad Bunny se fotografiara semidesnudo ante una virgen en La Vega con el título “los putos también rezamos” provocaría el mismo escándalo. Si Don Miguelo cantase “los amigos que se besan son la mejor compañía”, mientras pasa a besar a Maluma, la controversia estaría servida e incluso puede que con mayor indignación. No obstante, aún si el propósito fuera que no escandalizaran algunos actos de una mujer (como en teoría no hacen los hombres), esto parecería un ideal muy pobre al cual aspirar. El ideal debe estar en otro lado, en alguna cima que se alcance a través del desarrollo de la inteligencia, del espíritu o del esfuerzo.

La celebración a niveles de deidad de Tokischa, ya sea porque revistas y artistas internacionales la aprueban, o porque dejará ingresos económicos, es lastimosa. Además de que no evade que el contenido producido continúe siendo basura. Por suerte nada de esto está consagrado de manera irremediable, siempre que la consumamos a sabiendas o que el tiempo se encargue de apagar su estrella.

El viaje empresarial de Jeff Bezos. Parte 1

Jeff Bezos es el hombre más rico del mundo. Tanto así, que a raíz de su divorcio su ex-esposa se convirtió en la 15ava persona más rica del mundo. Ella, aún donando 2.7 billones de dólares de su fortuna el pasado año, ganó US$2.9 billones en un solo día.

La distancia que nos separa de este tipo de personas es cada vez mayor. Los desafíos, la forma de ver la vida, de ver al otro... Sin embargo, cada vez más gente se proyecta en estos billonarios y salen en su defensa. Dejan de lado a los ciudadanos comunes que son y con los que habitan, y salen en una especie de falsa proyección a defender la desigualdad extrema. Aspiran a ser Bezos, aunque tengan mejores posibilidades de ganar la Lotería (que a lo sumo da millones, nunca billones).

En este sentido, muchos se niegan a ver que en ocasiones la avaricia es lo que rompe el saco. Y que las sociedades suelen fundarse en una narrativa común que nos relata semejantes y nos hace visibles. Cuando estas relaciones se tensan demasiado, el pacto suele romperse, dando cabida a inestabilidad, desilusión y hasta revoluciones. El viaje al espacio de Bezos trae una mayor desilusión al presente de la humanidad y la conformación social que una esperanza.

Para analizar el éxito reverenciado de Bezos, el camino hacia ese nivel de riqueza pasa por más injusticias y menos invención. Es decir, hablemos un poco del viaje empresarial antes que en otro artículo abordar el espacial.

La empresa Amazon inició en 1994 como un mercado en línea para vender libros. Hoy es un gigante tecnológico que tiene presencia importante en diversos mercados y con una infraestructura crítica para otros negocios en línea de plataforma y entrega. A saber:

1)      Es el comerciante online dominante en EEUU con un 47% del mercado.

2)      Es uno de los principales agentes de la cadena logística, que en la actualidad está construyendo “la mayor empresa de envíos de paquetes del mundo”. Para 2019, solo Fedex, Ups y el correo de EEUU manejaban mayor carga.

3)      Lidera con su subsidiaria AWS el mercado de infraestructura en la nube con un 32% del mercado.

4)      Continúa expandiendo sus productos en mercados tan disímiles como baterías, libros, cine, tv, ropa, pañales para niños… etc.

La línea roja con el derecho de la competencia es muy visitada por esta empresa y en casos cruzada a la ilegalidad, siempre en favor de sus ganancias. Por ejemplo, la empresa Diapers.com, muy lucrativa en su momento, no pudo competir cuando Amazon se interesó por ese mercado. Se dice que Amazon perdió alrededor de U$200 millones reduciendo los precios de los pañales, con el fin de que Diapers.com quebrará o pactará con ellos. Diapers.com terminó sucumbiendo ante los precios predatorios de Amazon, y tuvieron que dejarse comprar por el gigante por unos 540US$ millones. Luego fue cerrada y Amazon aumentó fácilmente los precios de los pañales.

Esto no es nuevo para la empresa. Amazon ha destruido miles de negocios en todo EEUU y el mundo. En sus inicios, lograron su éxito ahorrándose los costos de impuestos de venta estatal (de 6% a 8%) por ser una empresa en internet, creando una competencia desleal ante esas pequeñas empresas locales que sí tenían que asumirlo. Y por ende concentrando la riqueza. Asimismo, existen graves acusaciones de que Amazon utiliza la data que recopila en su portal de otros negocios para lanzar sus marcas, potenciar sus ventas y entrar en sus mercados. Esto lo facilita la confusión de roles con que opera, es decir el ser vendedor de la plataforma y el propietario de muchos productos que posiciona con su marca.

En este sentido, esto se puede asemejar a cuando las empresas de ferrocarriles en EEUU (siendo el epítome del poder comercial), fueron prohibidas por conflictos de interés de poseer empresas de carbón. Se entendía que era un mecanismo injusto de competencia y se pretendía regular su poder en el mercado. Cabe preguntarse ¿Cómo lucirían los mercados en algunos años si a Amazon se le permite continuar expandiéndose sobre el trabajo de otros negocios y en otros mercados? ¿Qué tanto poder (no solo en el mundo comercial sino en el político y hasta en el espacial) tendría la empresa y el Sr. Bezos?

No bastando estas estrategias, Amazon utiliza los mecanismos de elusión internacional para despojar a Estados Unidos en impuestos sobre su ganancia, llevando a cero sus impuestos sobre sus billones. A esto también podríamos agregarle los cientos de millones de dólares recibidos en exenciones de impuestos dadas por Trump.

Por lo que, la realidad es que Jeff Bezos ha incrementado buena parte de su fortuna no solo gracias al auge del Internet (que obvio que sí), sino basado en un esquema de negocio que frecuenta la competencia desleal y se beneficia de las ventajas de lo que se denomina "Crony capitalism" (o capitalismo clientelista/ de compadreo). Otro ejemplo de esto, es como Bezos ha puesto a pelear a los distintos estados de Estados Unidos para ver quién le ofrece mayores subsidios por la instalación de sus almacenes y empleos. En ese camino de necesidad, los salarios de sus empleados muy necesitados no mejoran ni cerca acorde con la rentabilidad de la empresa, denunciando algunos vivir con ayudas del gobierno.

 

Tuesday, July 13, 2021

Raul Paz - Puente

Nadie sabe adónde llega

Aunque sepa dónde va,

todo parece más simple

Antes de que sea verdad.

Y las horas que faltaban
Ya no volverán jamás
Y siempre habrá un momento 

bueno para recordar.

No olvides escucharte
Cuando vuelvas a empezar
Cuando vuelvas a empezar.

Los discursos, la distancias, 

las promesas o el dolor
no son más que fantasías 

que entretienen la razón.

Siempre faltara más tiempo 

Para estar cerca de ti
Para estar cerca de ti.

Vuelve a mirar,
Lo que ya hiciste, lo que diste, lo que das
Siempre hay cosas que cambiar.
Y la luna no se esconde,
para buscarse otro nombre 

sino para regresar
Vuelve a mirar.

Mientras se escuchan campanas,
Mientras puedes respirar,
Mientras te lleguen las ganas de hacer bien,
bien estarás.

Y aunque no parezca cierto,
Y aunque les parezca mal,
Nunca dejes que los sueños,
Te lo vayan a cambiar.

Porque nadie dice todo,
Aunque diga la verdad,
Y los miedos son astucias
que te obligan a parar.

Y el amor nunca se muere
Solo te transformará.
Y si acaban los misterios
Habrá otro que inventar.
Y si acaban las verdades
Habrá otra que encontrar.

Vuelve a mirar,
que la sonrisa siempre quiere regresar.
Solo habrá que estar aquí,
Volver a unir las puntas
Siempre alguien que te quiera
con mil ganas de besar.
Y así todo cambiara.

Vuelve a mirar,
Lo que perdiste, lo que importa, lo que harás
Porque hay cosas que cambiar
Y la luna no se esconde 

para buscar otro nombre 

sino para despertar. 


Raul Paz - Puente


https://www.youtube.com/watch?v=AGo44Cqnlnc&t=447s 

Thursday, April 8, 2021

¿Merece 30 años la madre que aborta?

 Si fuésemos a evaluar los peores asesinatos cometidos, aquellos de una madre a su hijo seguro encabezarían la lista. Andrea Yates ahogó a sus cinco hijos en una bañera en 2001, fue declarada loca. Susan Smith amarró a sus hijos en el auto y luego dirigió el carro al fondo de un río, Deanna Laney los golpeó con una roca… casos realmente imperdonables e incompresibles. Imposible no rechazar la barbarie en los mismos.

En este sentido, hay quienes equiparan en su narrativa a las mujeres que abortan con asesinas y a los embriones con bebés. Y bien que si se piensa que un cigoto o un embrión es un niño, la figura del asesinato aplicaría. No obstante, no conozco la primera iglesia ni persona que exija (ante la mujer que aborta) un castigo como el que corresponde al asesinato de un niño, siquiera si lo hace con una percha. Toda sociedad que condena el hecho, se ha limitado históricamente a darle una categoría especial al definirlo como “Aborto” y reducir las penas que lleva el asesinato.

¿Por qué? Siquiera los defensores de la vida exigen este trato. He visto a algunos rechazar las causales porque “Total, el Estado no las persigue si se cometen”, como si la clandestinidad no pusiera en riesgo vidas ya nacidas. También he visto a otros sugerir de que sean sometidas a la justicia pero que al final se termine por indultarles. ¿Indultar un asesinato? ¿Por qué? Sigue siendo un ‘bebé’.

¿Y por qué las iglesias no les dan un trato similar al de un niño? ¿Por qué no bautizan embriones? (a fines de evitar el purgatorio y el pecado original) ¿Por qué no exigen enterrarles en tierra sagrada? ¿Por qué se permite (con nada de indignación) que un pastor como Tony Flaquer y su equipo arrastre a reuniones antiaborto envases de fetos (lo que entienden cadáveres) mostrando una profanación de tintes necrófilos con total impunidad y sin el debido “respeto, caridad en la fe y esperanza de la resurrección” que llevaría el cuerpo.

En la actualidad, las iglesias luchan por mantener la prohibición total del aborto en nuestro país, manteniéndonos a la par con solo otros 5 países en el mundo. Sin embargo, la agenda real (si son coherentes) debe ser igualarlo con el asesinato. No puede haber medias tintas en esto. Si se cree es asesinato, se debe perseguir y pedir condena de 30 años a la mujer… así como registrar los cigotos en las oficialías, enterrar los fetos en tierra sagrada, bautizar los embriones y hacerle misas de 9 días, aún si este no se ha podido desarrollar de manera natural.

Y si estamos ante un “genocidio” (término que no aplica), tenemos un problema de salud mayor que tampoco nadie defiende, por esas vidas que se pierden de manera natural en los procesos de gestación. Por ejemplo, aquellos embriones (aproximadamente 50% según la Universidad de California en San Francisco) que no logran implantarse en la pared del útero terminando luego desechados por el cuerpo (ni hablar de los in vitro). Lo cual si fuera cierto que son vidas humanas esos embriones, pues merecían otro diseño más justo y de seguro otro trato social.

¿O quizás el discurso difiere de la práctica porque no se trata de un niño ni de un bebé? ¿Quizás sea cierto que hay vida en la fertilización pero también en el espermatozoide y en las células? Cabría entonces la pregunta ¿Cuándo toca defender la vida humana? ¿Necesita un latido? ¿Un sistema nervioso? ¿Un cerebro funcionando? ¿Un alma? O ¿Quizás tocaría defender a la persona cuando esta sea viable y pueda desarrollarse sola fuera de la madre? ¿20 -22 semanas de embarazo?

El hecho de que San Agustín no dedujera que hay vida en el feto de sus lecturas bíblicas, o que Santo Tomás de Aquino estableciera que el alma era infundida una vez formado el cuerpo y no en la concepción, nos dice que estos temas no tienen que estar definidos para todos los feligreses y que la narrativa del Estado (y puede que las iglesias) debería ser más tolerante con las decisiones de las mujeres.

Establecer que los propulsores de estas reivindicaciones son ‘mercenarios’ a sueldo de organismos internacionales y oscuras agendas conspiranoicas, es mejor política para quienes se oponen que enfrentar la realidad. Porque de enfrentarla obligaría a conversar (en nuestro caso) las 3 causales, a sentarse a ver caso a caso y a escuchar a cada mujer, en ocasiones hasta tener que contradecirlas en sus deseos y frustraciones, algo nada empático ni compasivo.

Temer que las 3 causales sean la puerta al aborto libre (concepto que no existe porque en todos lados es regulado) es similar a decir que darle 30 años a la mujer que aborta es el objetivo de la agenda provida. En el trecho hay una sociedad, tradiciones y criterios que no se cambian con solo plantear 3 excepciones muy mínimas al aborto.

Históricamente, la Iglesia ha tenido que reflexionar sobre sus posiciones y elegir sus batallas. Fue así como algunos sectores internos fueron desplazados en su insistencia contra los preservativos, pastillas del día después, restricción del sexo solo para reproducción, restricción del sexo antes del matrimonio, tatuajes, comer algunos tipos de carnes... No obstante, estos dilemas bien pueden seguir siendo planteados según sus interpretaciones bíblicas y obedecidos dentro de sus estructuras, aunque dudo generen igual aceptación.

Porque el rol de la Iglesia es educar en sus valores a los feligreses y de rezar porque encuentren el camino los que no, sin tener que obligar al Estado y cuerpos ajenos a sus creencias, sin importar extranjeros ni forzar sus dogmas en los congresos.

Finalmente, si bien seguiré buscando respuestas a algunas de las dudas aquí planteadas, sé que en el entretiempo esas conclusiones serán solo mías. Razón por la cual, entiendo que el Estado debe marcar distancia de dogmas que pongan en riesgo la salud pública, así como la salud mental de quienes habitan estas trágicas situaciones. En especial, y aquí si no tengo duda alguna, como cuando entran en juego las mínimas 3 causales.

Thursday, March 18, 2021

Sobre el entretenimiento, la política y los likes

 “La opinión, reina del mundo, no está sometida al poder de los reyes. Ellos mismos son sus primeros esclavos”. J.J. Rousseau 

Hace unos meses mi amigo comediante Elias Serulle compartía una frase de su colega norteamericano Dave Chappelle. En ella, Chappelle hablaba de lo complicado que resulta el trabajo de un cómico visto que “Cualquier trabajo que te hace depender de la aprobación de los demás para tu vivir es una locura de trabajo”. Y es que pretender desarrollar tu vida y forjar tu personalidad en base a la atención y el afecto de un público amplio no solo te hace inauténtico sino inestable.

 

A pesar de que el espectáculo parecería ser la rama principal donde vemos este tipo de conducta e incentivos, no es la única. Y hoy en día nuestra forma de vida parece más permeada por estos incentivos a través de las redes sociales. Conozco casos extremos de personas que llevan años persuadiendo a amigos a entrar a las redes para que les otorgaran sus likes. Ya siquiera les interesaba si le gustaban realmente la foto o no, lo importante era la cantidad reflejada, el aparente reconocimiento público, la forma y el instante frívolo y excitante de los corazones rojos notificados. Por suerte no vivían de eso, aunque me parece una carga pesada depender de esos estímulos.

Si bien el ser humano tiene una naturaleza gregaria, que implica ceder ante la vida social ciertos aspectos de su conducta o pensamiento, la presencia en redes potencia la distorsión  en la búsqueda de agradar obstaculizando nuestra expresión.

El expresidente de los EEUU Lyndon Johnson era reo de algo parecido y como el comediante Chappelle lo relacionaba a su actividad. Llegaba más lejos, se declaraba enfermo. Cuenta la historiadora Doris Kearns que las elecciones llegaron a provocarle “fiebres, escalofríos, dolores de estómago, dolores de cabeza, depresión  y cálculos renales.” A Joe Phipps, un colaborador de su equipo le confesó  que:

“Hay que darse cuenta que un político, un buen político, es un bicho raro. Todo el que periódicamente tenga que ponerse de rodillas para pedirles a los votantes que demuestren que lo aman dándole su voto, está realmente enfermo. Y según lo obsesionado que esté, podría estar muy, muy enfermo… Trata de pensar en mí como un familiar o un amigo gravemente enfermo que necesita todo el cuidado, la compasión, el consuelo y el amor posible para mejorar. Y sabes que con el tiempo se recuperara y que la enfermedad no regresara hasta las próximas elecciones.”

Este “padecimiento” es propio de los líderes democráticos según Alexis de Tocqueville, ya que según este: “En las aristocracias los hombres poseen con frecuencia mucha grandeza y fuerza personal” y que “Cuando se encuentran discordes con la mayoría de sus compatriotas se retiran a su propio círculo, donde hallan apoyo y consuelo”.

La condena a no obedecer a las masas es el aislamiento social, por lo que “La sensación de soledad e impotencia los sobrecoge y les hace desesperar.” Razón por la cual, Tocqueville decía que no conocía “ningún país en que haya tan poca independencia mental y verdadera libertad como en América”.  

Para fines de quienes buscan u ostentan el poder, este conocimiento los conduce a dominar la comunicación, la agenda noticiosa y hasta el lenguaje en favor de sus intereses. Esto debido a que así terminarían dominando la opinión de la gente y con ello el entretenimiento, la política… etc. Es así cómo podrían, por ejemplo, simular y enfocar la repulsa en la corrupción de unos particulares sin que corra el riesgo un sistema corrupto mayor.

En esta dinámica las masas, manipuladas o no, reducen la capacidad crítica y a los críticos hacia la conformidad, incentivando la censura o autocensura en lo que llama Elisabeth Noelle-Neumann  la espiral del silencio.  

A pesar de que el mundo del entretenimiento no suele enfrentarse con los intereses del poder,  si existen sobrados ejemplos de que cuando hay transgresiones estas fuerzas pueden resultar implacables, a saber: 1) Las consecuencias enfrentadas por Tommie Smith y John Carlos luego de levantar su puño en las Olimpiadas del 1968; 2) las de Colin Kaepernick arrodillándose en la NFL 2016; 3) las de las Dixies Chicks diciéndose avergonzadas de Bush en 2003; y 4) recientemente las declaraciones del futbolista Zlatan Ibrahimovic al baloncestista Lebron James diciendo que “no le gusta las personas que con algún estatus pasan a la política” pidiendo que se mantenga James en lo que es bueno. El afamado Michael Jordan compartía una visión similar a la de Zlatan cuando bromeando dijo en su apogeo que los republicanos también compraban sus tennis. Básicamente, no te arriesgues a perder público, no importa la seguridad, el dinero o los récords que exhibas.

Con los años hemos visto una proliferación en la búsqueda de aprobación a través de las redes a todos niveles. Ya no parecería bastar con tratar de agradar al barrio, la iglesia o la familia, sino de uniformar el comportamiento con cientos de seguidores de distintos gustos en busca de sus likes. Quedaría pues la interrogante de si esto representa progreso alguno. La ansiedad aflora, la necesidad de pertenencia crece y se potencia nuestro miedo a tomar riesgos y a aislarnos.

Y así andamos. Un poco enfermos, cada vez más condicionados a pescar estos virus.  Cada vez más susceptibles y menos nuestros. Sacrificando nuestro tiempo, atención y personalidades al agrado superficial y ajeno… quizás incluso en este texto.

Wednesday, March 17, 2021

¿Mi problema de memoria o el efecto Zeigarnik?

 -          Tony, ¿qué fue del caso X?

-          ¿El caso X?

-          Si, necesitamos saber cuál fue la conclusión. Fue hace unos meses.

-          ¿El caso X? ¿Yo llevé el caso X? ¿Se concluyó? Déjame buscarlo a ver… Ahh el caso X.

*Caras decepcionadas*

Hace unos meses comentaba en el trabajo el desagrado que me genera el abordaje repentino buscando información sobre casos pasados. Me creía desafortunadamente especial, porque la prisa de los demás chocaba con mi necesidad de tiempo para buscar en mi base de datos mental, la cual tiene una memoria RAM muy lenta por cierto. Al final la información se obtenía, pero en el ínterin, el transcurrir del tiempo me hacía lucir idiota.

Algunas de mis compañeras me entendieron y se solidarizaron. Otras seguirán pensando lo de idiota. Sin embargo, entre las lecturas aleatorias que llevo este toque de queda, he encontrado una explicación a este comportamiento. Resulta que Kurt Lewin, uno de los pioneros de la psicología social experimental, se percató en un bar junto a sus estudiantes de la buena memoria para recordar órdenes que tenía un mesero. En ese momento, junto a la psicóloga soviética Bluma Zeigarnik decidieron realizar un plan para conocer hasta donde llegaban las habilidades de este mesero. En fin, lo que cualquiera de nosotros hubiese hecho.

Luego de una serie de pruebas se notaron de que una vez completada la orden, la “prodigiosa memoria” del mesero no era tal, ya que no podía recordar la orden y sus detalles. La conclusión llegaría con los años, se basó en que una tarea pendiente (en este caso la orden al mesero) genera una tensión que domina por un momento la atención y el recuerdo de las personas. Una vez concluída la tarea (entregada la orden), tanto la tensión como la atención sobre el tema se disipan dando paso al cerebro a priorizar otros temas. Zeigarnik procedería a continuar estudiando el fenómeno junto a Lewin hasta publicar un ensayo en 1927. El fenómeno ahora se conoce como el “Efecto Zeigarnik”.

La teoría del “Efecto Zeigarnik” establece que el impulso natural es buscar el cierre del tema y liberar la tensión. Esta teoría se desarrollaría llegando a establecer incluso que una tarea que es interrumpida mantiene la misma tensión y prioridad para fines del recuerdo. En términos de un explorador de internet, diríamos que la ventana con la información al no cerrarse permanece accesible rápidamente a la memoria. Razón por la cual, la teoría lleva a proponer a los estudiantes interrumpir las horas de estudios con el fin de fijar la atención sobre los conceptos y tenerlos disponibles en la memoria, evitando así liberar la tensión que da concluirlos. Estrategia la cual nos puede resultar útil para ocasiones como las que generaron este artículo.

Mucho se ha escrito del Efecto Zeigarnik y su campo de aplicación práctica. No obstante, mi conclusión para fines de esta nota es que la próxima vez que un colega toque su puerta, llame a su extensión y pida por información detallada sobre un caso del pasado, no se menosprecie usted. Con confianza, pídale tiempo y hasta háblele de Kurt Lewin, Bluma Zeigarnik y un mesero con aparente buena memoria de los años 1920.

El dinero de las AFPs: Un problema conceptual

En el momento en que se individualizaron las pensiones en el país, siguiendo el modelo chileno, se rompió el acuerdo de la seguridad social. Cada hombre por sí solo fue arrojado a la imprevisibilidad e inseguridad en su futuro.

 

Con esto no me refiero a si era más conveniente como se mal ejecutaba el modelo de reparto en RD antes de la ley de 2001, pero si al razonamiento que se empleaba. Este era: “Los jóvenes pagarán las pensiones de los viejos. Ese dinero no está disponible para ustedes porque el acuerdo social promete que cuando les toque envejecer a ustedes, los jóvenes del futuro les cubrirán entonces”.

 

Cuando fue impuesto el modelo de capitalización individual (AFP) todo el mundo pasó a entender, debido a la naturaleza del sistema, que ese dinero ya no era solidario porque eso traía problemas… “Y mira ahora cómo tienes mayor seguridad sobre tu monto; míralo cómo crece, si crece; míralo cómo se devalúa, si se devalúa…” pero sólo míralo.

 

Sin embargo, este razonamiento de individualidad es el que lleva a un grupo a pensar: Ya que es mi dinero, que me han quitado... ¿por qué lo tiene que manejar otro? Yo tengo necesidades hoy, prefiero comer hoy... o quizás prefiero incluso invertir en esta u otra oportunidad tal vez mejor a mi juicio que las AFPs.

 

Para esto las AFPs se han quedado sin legitimidad, sin interlocutor válido y sin comunicación llana. No han encontrado forma de justificárselo a los que reclaman:

 

1)      Porque debido a sus ganancias exorbitantes en este período (gracias a la ley) sus razones parecen vincularse al negocio que han hecho. Incluso cuando el Estado es el mayor deudor del sistema (alrededor de un 80%), las AFPs son poderosas empresas cuyo manejo del 20% del dinero restante de los trabajadores puede hacer millonarias a otras empresas. Se les otorga una liquidez impresionante a esos directivos de AFPs para hacer negocios (cierto que con muy pocas empresas autorizadas por el Estado aún);

2)      Debido a que las pensiones que se proyectan son tan magras y el futuro del peso dominicano tan incierto, que quizás en el presente esos fondos valgan más que en el mañana cuando te lo repartan de a poquito;

3)      Problemas de empatía, porque nadie cree que a los representantes de las AFPs les importen realmente las pensiones o la vida de los cotizantes, sino sus negocios financieros en primer plano y en un segundo el origen de sus fondos. Esto se suma a la falta de compasión de sus defensores, quienes pensándose eruditos desdeñan los reclamos desesperados con tecnicismos.

 

En este sentido, hablarle a la gente de la imposibilidad procesal de cumplir, de exigirles un modelo para realizar la entrega o un plan de retorno, son errores que no empatizan con el fondo del asunto. Además que el sistema financiero en todo el mundo ha resultado bastante creativo cuando trata de beneficiarse, lo que nos deja dicho que el reclamo actual no sería para nada difícil de buscarle la vuelta.

 

Proyectar supuestos de catástrofes económicas al momento de devolver el dinero busca aterrorizar a los reclamantes. En este instante en que la economía ha dejado de mover millones de pesos en salarios, proyectar un desastre por el ingreso de esos fondos en sustitución de su salario, sin aún haberse determinado el cómo serían entregados es poco científico.

 

No obstante, el fondo del asunto es que el razonamiento de los aportantes es válido. Si se trata de promover el individualismo, de poner al individuo por encima de todo... entonces la conclusión lógica es que este individuo es un ser capaz de tomar sus decisiones según mejor le convenga.

 

En otros países se han establecido mecanismos para que el aportante tenga mayor control en cómo se colocan sus fondos. Sin embargo, un mayor control no invalida la exigencia de por qué este sistema no me permitiría salir y administrar mis fondos, sin forzarme al ahorro o a ver a otros hacer negocios con lo propio.

 

Es así como el discurso de estas empresas siempre será individual a medias y resultará distante y altanero, debido a que la conclusión es “Usted no sabe administrarse, de usted hacerlo lo perderá todo y se volverá una carga social... Y por cierto, su presente no nos interesa, es su futuro lo que importa aún si no llega a disfrutarlo.”

 

Finalmente, con esto no quiero decir que estoy a favor de la devolución del 30% ni de la continuidad del sistema actual. Creo en un sistema de reparto solidario, pero también creo que ante las actuales circunstancias resulta mezquino descartar los reclamos de los cotizantes como irracionales y los mismos deben ser ponderados.


La venganza del voto de papel

El voto de papel ha sido el gran triunfador de estas elecciones. La obstinación de instalar un voto electrónico, iniciativa de la cúpula de la Junta Central Electoral, que puso en duda desde un inicio la confidencialidad del voto, el proceso de instalación, de conteo y de transmisión ante posibles hackeos, probaron el pasado domingo lo innecesaria que resultó esa riesgosa y costosa aventura. 


Para ser confiable y transcurrir sin problemas mayores, bastó que el proceso de votación contara con la participación ciudadana, la confianza de los partidos, la vigilancia de organismos internacionales, la presión pública, el control de los recintos… Estableciendo entonces que los principales elementos a tener en cuenta para desarrollar unas elecciones transparentes dependen de la voluntad, el orden y la civilidad, no de la premura en dar los resultados ni del uso de la tecnología. 


A pesar de cualquier probable sana intención de los jueces de la JCE, su riesgosa apuesta electrónica del 15 de febrero, sea por sabotaje o incompetencia, le ha costado momentos de ansiedad al pueblo dominicano, por lo que el momento de “felicitar” esa gestión de la JCE aún no llega, si es que llegará.   


Si el 15 de febrero pasado hubiésemos celebrado elecciones de manera tradicional con el voto de papel, las elecciones no habrían sido suspendidas, los aspirantes a congresistas y gobernantes no hubiesen visto su periodo de campaña recortado, la tranquilidad política y económica no se hubiesen afectado, y más importante aún, los dominicanos nos hubiésemos evitado el riesgo y posible esparcimiento del virus COVID-19 en los centros electorales.


Todos los que fueron a votar arriesgando su salud ante un virus silencioso que crea pánico a nivel mundial, son los que merecen las felicitaciones. Todos los que decidieron sentarse horas muertas a recibir electores y manosear votos y cédulas también; todos los que protestaron y aún exigen respuestas de lo sucedido el 15F; todos los que de alguna manera confiaron en el proceso a pesar de los riesgos y de las malas decisiones… pueden sentirse vencedores de esta primera fase.


El voto de papel obtuvo su venganza y vindicación, lamentable que haya ocurrido después de tanto millones de dólares desperdiciados en la apuesta electrónica. El pasado domingo, el presidente de la JCE dijo que “La democracia ha sido salvada”, lo cual es cierto, pero me cuesta mucho felicitar a los mismos que la expusieron al riesgo. Los demócratas han sido los que pusieron el pellejo en las calles, en las mesas, en las juntas distritales y los que persistieron en motivar al pueblo.