Friday, April 15, 2016

¿Por qué la campaña de Danilo no emociona?

Todos hemos oído esto de la campaña de Luis Abinader, pero lo cierto es que a pesar de la apabullante publicidad desplegada por la campaña del Presidente (80% a 20% según Participación Ciudadana) el PLD no emociona. Por eso la oposición no entiende los números que dan estas encuestas,  porque el votante de Danilo carece de ánimos.
Si tiramos una media de las encuestas nacionales la reelección tiene algo así como un 54%, aunque no parece ser un porcentaje sólido y puede ser revertido.  Porque más del 70% de la gente, según esas mismas encuestas,establecen el anhelo de cambio en el país, y porque como dijo Lula da Silva en una reciente entrevista “Todo el que tiene mucho poder es vulnerable”.
Cuando vemos al Presidente en campaña, sus movilizaciones se caracterizan por contar con seguidores lejos de la convicción ideológica, liderados por gente buscando escalar o afianzar su movimiento para el cuatrienio próximo donde esperan compensación. Gente que por ser vistos, no les importa dar un espectáculo sacrificando la dignidad femenina o infantil, el costo de combustible o tarimas, avasallar las estructuras provinciales, siquiera pagar los peajes… y créanme, no es por estar convencidos de las ventajas de la “revolución” educativa o una república “digital”.
Hay una apatía más allá del núcleo de arribistas partidarios y chapiadoras pagas. Y esto se da por cuatro razones fundamentales:
1)      El cansancio, falta de credibilidad y acomodamiento de sus cuadros. Mientras el Presidente busca completar 8 años en el poder, Roberto Salcedo por ejemplo busca completar 18 en la Alcaldía del Distrito Nacional, Temístocles Montas 16 años en el Ministerio de Economía, Reinaldo Pared 14 en el Senado y así sucesivamente.
Al PLD en un barrio le sucede lo mismo que al rapero que se hizo rico y ya no tiene credibilidad para cantar las penurias de la zona. Y la filosofía clientelar “delomioalante” comprende que el que se te acerca desde el gobierno tiene que darte algo en metálico porque él está comiendo y tu no, y eso no genera entusiasmo.
2)      La fijación en lucir invencibles en las encuestas. Esto produce aún más desánimo, por eso los recientes esfuerzos del Presidente en decir que hay que salir a votar, que necesita un Congreso para gobernar. La masa electoral del 54% puede asociar que no es necesaria con estos márgenes.
3)      La carencia de enemigos fuertes. Aunque me gustaría ver una encuesta donde se marquen tendencias individuales, creo que pocas personas en este país piensan que Abinader haría un pésimo trabajo como Presidente del país. No tiene la volatilidad de Hipólito ni arrastra un pasado objetable que produzca temor.
El “PPH” ya no existe como “cuco”, y de existir sacó la mitad de los votos en las elecciones de 2012, o sea que no produce igual rechazo. El otro enemigo posible era el interno, el “leonelismo” les sirvió para diferenciar su gobierno y sepultar las aspiraciones de Leonel, pero murió o lo mataron como enemigo el año pasado. Ya Félix Bautista y Domínguez Brito, por ejemplo, volvieron a ser aliados. Y el “vinchismo” como adversario sólo da para un muy reducido grupo y no se sostiene como enemigo fuerte, más aún si tomamos en cuenta que ellos decidieron salir del gobierno, no fue como que los sacaron.
4)      Una campaña de tayotas. Si algo luce similar entre 2012 y 2016 es el apelativo de llamar tayotas a los candidatos presidenciales. Y ahora coinciden en unas elecciones esos dirigentes. Individuos flemáticos que no explotan frecuentemente ni que desbordan en carisma. Cuando Abinader corría contra Papá quizás el apelativo era válido, porque el carisma de Hipólito es tan desbordante que hasta el Pachá luce tímido. Pero Danilo adolece de la misma chispa. Por lo que gane quien gane el Palacio seguirá tranquilo con cualquiera de los dos. La salvedad en materia de emociones es que sólo uno puede explotar el entusiasmo de la juventud, el hartazgo y el cambio.
Por eso la falta de pasión de lado y lado en esta campaña, por eso ante la disrupción del momento político, un videíto causa tanto furor y hasta prohibición. Si el PRM logra hacer algo distinto, radicalizando su base y diferenciándose puede generar entusiasmo en estos 30 días. Bernie Sanders ha probado que 30 días son suficientes para revolucionarlo todo, y el prado en República Dominicana con ese 70% que quiere cambio es inflamable, pero Luis tiene que acercarse, arriesgarse a quemarse y prender la mecha.
T.

Thursday, March 31, 2016

La mejor oportunidad de Debate Presidencial era con Danilo, el del 2000.

“Habrá debate”, ha confirmado la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), pero sin el Presidente Danilo Medina ni los candidatos del PLD. Estuve buscando una palabra rebuscada para definir esta actitud, pero la única que lo identifica bien en esta media isla es “aqueroseo”, tremenda “aqueroseá” del PLD, no sólo a ANJE, sino a la ciudadanía.
Entiendo que el Presidente ha decidido adoptar una actitud huidiza y no conflictiva mediante la cual no pretende arriesgar la ventaja holgada que cree tener en las encuestas. Y que como la coyuntura del debate nunca ha existido ¿por qué él tendría que ser el primer presidente sacrificado?
Porque cuando un presidente debate en reelección, no lo hace exclusivamente sobre el futuro. Lo hace sobre el pasado que arrastra, sus logros y fallos se ponen en tela de juicio. Hipólito lo sabía en 2004 y 2012, Leonel en 2008. La oportunidad perfecta de la historia reciente era en 1996 o en el 2000, ya que se trataba de candidatos que no habían ejercido la presidencia y estaban mirando hacia el futuro, esperanzados en su gobierno. Pero dicen que en 1996 Peña Gómez temió verse avasallante en las formas e ideas sobre Leonel, y desperdició ese escenario.
En la otra muy buena oportunidad del 2000 eran tres candidatos: Hipólito (quien llevaba amplia delantera), Danilo y Balaguer. Por razones de salud Balaguer no estaba en condiciones de debatir e Hipólito no tenía por qué favorecer y proyectar a Danilo de contrincante cuando éste estaba y terminaría empatado con el PRSC.
El Danilo de 2000 o 2012 si quería debatir. Sólo le tocaba el futuro y las esperanzas de su gobierno. Pero el de 2016, sin disposición que lo obligue o recriminación pública mayoritaria, no tiene por qué esforzarse. Aunque hay que decir que el hecho de que el Presidente vaya a un debate tampoco da garantía de triunfo a la oposición, sí a la ciudadanía.
Dicen que Hillary Clinton, a inicios de la contienda demócrata, influenció en la dirección del partido para que organizara pocos debates y que los mismos se hicieran en días difíciles de ser vistos. Una vez la contienda se fue cerrando con Bernie Sanders, y viendo que la población favorecía su forma de debatir, Hillary pidió más debates para consolidarse. Es decir, aunque en inicios le temió terminó favorecida. Por cierto, ahora parece estar huyéndole a uno en New York que le está pidiendo Bernie.
Pero volviendo al plano local, ¿por qué el Presidente se arriesgaría a que lo cuestionaran sobre la OISOE, irregularidades en las licitaciones de educación, el estado de la Salud, endeudamiento, la reforma constitucional, el desbalance del poder, y recientemente sobre su asesor Joao Santana? No tiene sentido. Moreno, Minou, Pelegrin y Abinader lo acorralarían. Lo positivo del momento actual para debatir es que todos los candidatos son flemáticos. Y no parece cometerían ningún exabrupto en escena, es decir debatirían con altura.
El debate parece que se dará y será un hito en la política dominicana, aún sin la participación del Presidente Medina por razones de estrategia política. Y espero que como a Joe Biden en el primer debate demócrata, le dejen su podio disponible por si se le ocurre aparecerse este 18 de abril.
Por otro lado, los que intentan defender la ausencia del debate desde la razón están haciendo el gran ridículo. Cualquier conveniencia política, no significa una moral. La sociedad quiere ver un debate. Por lo que, racionalizar discursos mediocres de que “todo debate es un espectáculo”, “no hay con quien debatir”, “Abinader ha elegido el terreno sucio”, “no hay tiempo para organizarlo”, “el debate se da a diario con propuestas en los medios” o como dijo el Jefe de Campaña del PLD que no van porque “la campaña de la oposición se ha centrado en el descrédito y la mentira”, insultan la inteligencia de los dominicanos.
Si usted es partidario de la reelección, las respuestas son sencillas: “No nos conviene”; “Tenemos temor a arriesgarnos” o “Estamos ganados y no lo necesitamos”. Porque éstas al menos son sinceras y creíbles. Porque las otras son precisamente eso que la gente repudia del politiquero baboso y demagogo.

T.

Hillary Clinton y los dominicanos lambones

Las vainas que quillan del país usualmente uno las tira por twitter, o se las grita a alguien en una institución pública, o a la máquina que contesta cuando llamas al banco y te pide digitar pilas de números, cuando tu lo que quiere es marcar el 0 y hablar con un ser humano… Podríamos seguir pero me estaría desviando, el punto es que relataré por aquí mi reciente enfado.
En Estados Unidos se están celebrando elecciones dentro de los partidos para elegir los candidatos presidenciales. La de los republicanos es un desastre, pero la de los demócratas tiene a Bernie Sanders. Y a mí me gusta Bernie. Y al 80% de los jóvenes le gusta Bernie, quizás porque Hillary no parece sincera, ni coherente, ni jevi, ni rebelde (y no, no se trata de un asunto machista. Si no cae bien, no cae bien no importa el género).
Sobre esto se refirió quizás mejor Bill Clinton quien recordó en una reciente entrevista a Time Magazine, que cuando conoció a Hillary le propuso entrar en política a lo que ella dijo “Oh Dios mío… Yo nunca aspiraría a cargo electivo. Soy demasiado agresiva y nadie votaría por mi”. Desde allí quizás intuía la dificultad de su figura en política, parte de la cual ha ido superando. Alguien dijo que ella es la mejor candidata para el sistema que tenemos, mientras que Bernie es el mejor para el que queremos.
Bernie aún tiene posibilidades y ahora vienen los Estados que le son favorables, donde buscará superar a Hillary en delegados electos por el voto, se necesitan 2,383 para ganar.  Aún faltan la mitad de esos delegados por elegir (como 2,200) y ella le lleva 303 electos (1214 a 911). New York,  California, Pennsylvania y muchos otros Estados importantes aún no han votado.
Quienes ya sí votaron fueron los demócratas del exterior. Aquellos que están fuera de EEUU pueden votar en alrededor de 170 países y lo hicieron. Hoy viendo la suma de los resultados de todos esos países, me sorprendió que el triunfo de Bernie fuera arrollador, casi 70% a 30% sobre Hillary. Es decir, los demócratas del mundo están prestando atención a las propuestas de Bernie, están #feelingthebern. Hillary sólo pudo ganar en dos países: Singapur, con un 58% (no sé por qué ni me interesa) y la razón de mi molestia hoy en esta media isla… República Dominicana con 350 votos para un 87%.
Y me urge preguntar a esas 350 personas que hicieron el 87% ¡¿Por qué?! Barsa e’ lambone’.
T.

Friday, March 18, 2016

¿Se comieron el peaje? Y otras 10 interrogantes

Ha creado repugnancia e indignación en las redes un video que graba automóviles identificados con la reelección evadir el pago de peaje de una carretera.  En la fílmica se ve como los vehículos toman la vereda por la derecha evitando el cobro y siguen su paso sin problemas. Ante la sorpresa, el joven que graba pregunta al cajero que lo atiende “¿Y por qué no pagan peaje?”, la respuesta no se oye, pero una segunda intervención del joven da a entender que no pagaban cuando dice:  “Po’ vamos a ponernos en la caravana ahí para no pagar.”
Esa segunda expresión es muy preocupante, porque vemos como este tipo de afrentas de poder fomentan el irrespeto a las instituciones, el incumplimiento de las normas y el tigueraje en general. El joven ya quería formar parte de la caravana para no pagar, no quería quedarse como víctima del engaño y la grosería, que es también un tipo de agresión.
Dicen los voceros oficiales de la campaña que ese grupo “Profesionales Unidos con Danilo” sí pagó el peaje, y que se hizo a través de una avanzada motorizada para evitar el congestionamiento. De ser cierta esta supuesta respuesta, quedan más interrogantes que certezas. Entre ellas:
  1.  ¿Por qué hay pasarle de lado a los sensores que contabilizan los carros que pasan por el peaje y ayudan a cuadrar el número de carros con el de pagos?
  2. ¿No podía acaso mantenerse el brazo automático arriba en un paso del peaje?
  3. ¿Si andan de prisa, no puede ese grupo pagar el “Paso Rápido” contemplado por las autoridades de Peaje?
  4. ¿Por qué si ustedes pagaron “Profesionales Unidos con Danilo” se hace a través de una vía privilegiada?
  5. ¿Dónde está ese tarifario y esa oferta para el ciudadano común, para otros grupos, otros partidos?
  6. ¿Dónde está la factura de ese supuesto pago?
  7. En caso de ser cierta la evasión ¿Por qué evadir un mísero peaje cuando se gastó tanto en automóviles, gasolina y cubrir el carro de imágenes?
  8. ¿Cómo usted cree que se ve en los ojos de la gente que hace fila y paga en orden, comerse los peajes mientras ustedes se identifican con la reelección?
  9. ¿Cree acaso que beneficia a la reelección del Presidente esta torpeza?
  10. ¿Por qué la prisa? ¿Si apenas son un grupo de apoyo de la capital por qué serían necesario en los pueblos?
Es una vergüenza este tipo de atropello. Que se dan no necesariamente obedeciendo una línea oficial, pero sí bajo la confianza de que se puede hacer, de que no tendrá consecuencias, de que todo vale, de algún tipo de complicidad… y eso la campaña del Presidente, el Ministerio de Obras Públicas, Banreservas y la Junta Central deben recriminarlo y amonestarlo. Más aún cuando se habla de respetar el uso de recursos del Estado.
También porque hay que cuidar los ejemplos que fomentan estafas y resentimientos. Sobre todo frente a los adversarios y los que están ausentes de la campaña, los que tienen que hacer las filas y pagar, los que no pueden o no les da la gana de ponerse en caravana, que suelen ser mayoría en República Dominicana.
T.

Wednesday, March 2, 2016

El dilema en apoyar al General Ranger

Ambos se tuvieron el uno al otro en el piso ese día, a punta de pistola, disminuidos en su condición humana en momentos distintos. Sólo uno le quitó la vida al otro y no fue el que salió a robar: fue el General.
Es un dilema actual para quienes han visto un video de asalto en Santo Domingo, fijar posición sobre que tanto apoyar a la primera víctima. En el video podemos ver dos delincuentes acercarse a la terraza de una casa, atracar a su dueño (el general) quitarle una de sus pistolas y huir. El general coraje en pecho, aceleró entonces su paso, tomó otra arma y salió a perseguir a uno de sus atracadores. 
La Policía Nacional en un hecho expedito atrapa uno de los delincuentes, Jeison Luis Comas. Ya sometido y desarmado por la policía llega el General con un acompañante, se identifica ante las autoridades y fusila a Jeison frente las miradas de los transeúntes. A raíz del suceso, el Ministerio Público ha sometido al general a los tribunales por hacerse de la “justicia” con sus manos.
Cansados de un sistema judicial débil y corrompido, desacreditados por su accionar, no por la percepción y por el influjo de la política, el narco y el dinero en las decisiones, muchos se han abocado a justificar y apoyar la acción del General. Justicia extraña, porque violaría no sólo nuestra legislación, sino algunas consideradas como más atrasadas como el Código de Hammurabi, que contemplaba el ojo por ojo, diente por diente…
Decir que los dos son víctimas de la sociedad es cierto, uno de su desigualdad y ambición, el otro de su miedo y desconfianza institucional. Pero no vale igualar ambos hechos. La mayor diferencia entre el general y los asaltantes, es que dada la posibilidad de matar a alguien, quien mató fue el General. Y la vida es un bien preciado en este país, supuestamente desde la “concepción a la muerte”.
No sólo eso, que la vida de ese joven Jeison dada un conjunto distinto de oportunidades pudo ser reformada. Un dato interesante es que la tasa de reincidencia en el nuevo modelo penitenciario dominicano es mínima (menos de un 5%) entre quienes cumplieron condena allí. Este joven cabeza caliente de 20 años no iba a ser el mismo llegado a los 30 en otra coyuntura.
La estrategia de matar los delincuentes tampoco es seria, porque estaríamos atacando los síntomas mientras lo que lo produce sigue intacto. Seguiríamos cada seis meses cortando la grama y volviendo a verla crecer. Y si se institucionaliza y se acepta este procedimiento en nuestras fuerzas de orden, débiles como son, crecerían las injusticias, la inequidad y el abuso con los menos protegidos.
Ante la insistencia de muchos de apoyar sin conocer el caso como sucedió, o peor aún de conociéndolo y continuar defendiéndolo, tenemos que debatir. Más aún en una sociedad donde no existe la pena de muerte, donde ni el Estado ni el General Ranger tienen tal licencia para asesinar.
No quisiera situarme en un pedestal moral. Probable que la emoción y la humillación del atraco, me hubiese llevado sino a matar al asaltante, al menos a dejarlo minusválido. Y como yo probable que cada uno de los dominicanos.
  • ¿Entonces por qué no dejar que la sociedad haga eso? 
  • Porque la sociedad debe ser mejor que el individuo.”
Así respondía un candidato presidencial en la película “Ides of March” y vale la cita para este caso. Porque nuestro deber hoy es responder socialmente con la cabeza fría. En un país sin pena de muerte en su legislación, sin un debido proceso, es obvio que El General debe enfrentar la justicia, por pobre que sea ella. Y nosotros debemos hacer la autocrítica como país, reformar la justicia, las legislaciones y la desigualdad que atizan este sentimiento y este nivel de delincuencia.

Thursday, February 25, 2016

¿Por qué el tipo más odiado de EEUU es necesario?

Pido disculpas a aquellos que llegaron aquí pensando en Donald Trump, según las encuestas su popularidad es bastante alta, distinta al caballero que les voy a presentar. Su nombre es  Martin Shkreli y es quizás la persona más odiada de los Estados Unidos en la actualidad. Tiene apenas 32 años y no ha sido condenado por hacer algo ilegal. Cabe entonces preguntar ¿Por qué el repudio?

Shkreli fundó una compañía farmacéutica. En vez de invertir en producir nuevos medicamentos decidió cambiar el enfoque empresarial. Pensó comprar las marcas de medicamentos que no tenían patentes. Ese mercado no es muy cotizado porque, ¿Por qué alguien iba a invertir en medicamentos sin patentes y de reducido uso? Pero Shkreli vio una oportunidad. Compró una marca llamada "Daraprim" que no tenia genéricos ni competencia disponible. Redujo la distribución del medicamento y aumentó de 13.50 dólares a 750US$ el precio de la pastilla.

¿Que es Daraprim? Es el medicamento por excelencia para enfrentar el parásito de la toxoplasmosis. Esta enfermedad es un mal común en EEUU y la medicación no es urgente para todos. Sólo aquellos pacientes que tienen VIH/SIDA o que por alguna razón poseen un sistema inmunológico deficiente son afectados de gravedad necesitando Daraprim. Al ser la única receta disponible y no ser lucrativo el mercado por la poca cantidad de personas que la usan se abría para Shkreli la ventana del abuso.

El aumento repentino desató el pandemonio. El tema se hizo político. Los candidatos presidenciales salieron a criticarlo, primero Bernie Sanders, después Hillary Clinton y hasta Donald Trump. Tanto que por un sencillo tuit, Hillary hizo que el índice del sector biotecnológico de la Bolsa de Valores (que agrupa este tipo de empresas) cayera abruptamente. El tuit decía “La especulación de precios, en especial del mercado de medicamentos es indignante. Mañana desarrollaré un plan de cómo enfrentarla.”

Algunos inversionistas en la compañía de Shkreli se retiraron con el escándalo. Por lo que Shkreli apostó por aumentar los planes de distribución gratuita del medicamento y dar la cara. La competencia se activó y la farmacéutica Imprimis prometió ofrecer un medicamento alterno, jugando también al posicionamiento de mercado en base a su “humanidad”. Pero, ¿por qué las empresas farmacéuticas pueden jugar con el mercado y la salud de la gente tan impunemente?

Sucede que en Estados Unidos no hay regulación sobre los precios de los medicamentos. Es el mercado que “actúa”, así que mientras el consumidor aguante pueden subir según su preferencia. Martin Shkreli no hizo nada distinto, sólo que exagerado y abrupto. Cuando lo entrevistaron a raíz de la subida habló como empresario, hubiese preferido subir el precio aun más porque “Nuestros accionistas esperan hacer la mayor cantidad de dinero posible”. Y así trabajan las grandes farmacéuticas, obvio que con otro tacto. Suben precios 10% en vez 7000% como Shkreli. Y esos precios ya no reflejan el costo de producción, investigación o inversión en desarrollo de la empresa, sino la voracidad de sus ejecutivos y accionistas, tan alta como el mercado permita.

Y peor aún, según las leyes de EEUU el Medicare (la principal fuente pública de gasto en salud) no está capacitada para negociar con las compañías farmacéuticas los precios de los medicamentos que adquieren. A diferencia de otras instituciones y gran parte de los países que sí lo negocian, el Medicare tiene que atenerse a lo dispuesto por el “mercado”. Quitarle esta capacidad fue un logro de los intereses especiales (lobby) que afectan los congresos del mundo.

La ambición trepadora y mecanismos de Shkreli no son distintos a los que se mueven en el mundo corporativo de EEUU, basta ver el origen de Shkreli para saber por qué se comporta como lo hace. Viene de un fondo de inversiones de Wall Street donde se hizo millonario. Y todos sabemos cómo se comporta estos ejecutivos, sino recomiendo ver la película The Big Short para tener una idea.

El es la imagen descarnada de ese comportamiento en el sector farmacéutico. Otras compañías hacen lo mismo sin dudas, pero Shkreli es memorable por su actitud presuntuosa, desvergonzada y su reacia voluntad a rectificar. Lo han llamado sociópata, pero si así fuera estamos rodeados. Su existencia es necesaria y hay que agradecerla porque le pone rostro (y uno fácil de odiar) a la especulación, la ambición y la necesidad de regular estos turpenes.

Por cosas como esta es que EEUU es uno de los países que más gasta en salud per cápita en el mundo, sin poder garantizarles acceso de calidad a todos sus ciudadanos como sus pares desarrollados. Este comportamiento aumenta costos para todo el sistema, no sólo para los que están fuera de los seguros. Sino que tanto las aseguradoras, intermediarios, los ciudadanos y el Estado terminan pagando más por medicamentos, por pólizas y por deducibles.

Bernie Sanders desde la razón escribió en estos días que: “El año pasado, 1 de cada 5 americanos -35 millones de personas- no pudieron pagar sus prescripciones. Los precios de algunos medicamentos han aumentado en un 1,000% o más en los últimos años. Desde 2002, el gasto total en medicina en Estados Unidos ha subido 90%. Necesitamos un líder en la FDA que esté preparado para enfrentar a las compañías farmacéuticas. Necesitamos a alguien que trabaje para disminuir los precios de medicamentos, implementar reglas para importar marcas de Canadá y haga responsable a las compañías que defraudan nuestro gobierno”

Recientemente, el Senado llamó a Martin Shkreli para cuestionarle sobre otro caso irregular en su expediente. El decidió no hablar, dijo que era una persecución por haber aumentado Daraprim meses atrás. Y escribió en Twitter: "Difícil de aceptar que estos imbéciles representan a las personas en nuestro gobierno". Y quizás tenga razón sobre la imbecilidad, pero no por lo que él cree, sino porque hasta la fecha no ha sucedido un cambio sustancial en el sistema.

T.

Wednesday, February 3, 2016

Los oportunistas de Duarte

“Mientras el pasado tenga que ser descrito como algo digno de ser imitado, como imitable y posible por segunda vez, corre el peligro de ser retorcido un poco, de ser embellecido y así aproximado a la libre invención” F. Nietzsche

En un pasado artículo “Que hacemos con los políticos muertos?” escribí sobre como los cultos funerarios han sido útiles para consolidar liderazgos. Allí donde un líder muerto es celebrado, hay usualmente un oportunista sacando ventaja de la situación. Mencioné casos relativos al siglo XX en el país (Trujillo, Balaguer y Desiderio). Sin embargo, salté el fundacional criollo que es el del padre de la patria, Juan Pablo Duarte. Y aquí quiero felicitar al padre Pablo Mella por su gran obra “Los espejos de Duarte” que me ha facilitado la comprensión.

La historia del Duarte organizador y figura prístina para nuestra identidad, no debe contarse sin las circunstancias que lo rodearon. Duarte fue uno de los principales actores políticos que se organizaron para conseguir la independencia del país.

Para hacerlo posible había que promover y aprovechar el momento preciso de crisis en Haití, agenciarse el apoyo de los Hateros (Pedro Santana), de la pequeña burguesía y el batallón de los morenos 31 y 32, de lo contrario era insostenible la idea de país después del 27 de febrero. La confluencia de estos factores dan pie a la República, sin ellos hubiese sido otro Núñez de Cáceres u otro Ciriaco Ramírez, es decir no más que un intento. Eran tantos actores y tan disímiles intereses, que Duarte no lograría asumir la presidencia y desarrollar su visión. Fue una amenaza para el poder real y resultaría exiliado debido a eso.
Después de 1844 el General Duarte fue a vivir a Venezuela y no regresaría por muchos años, la vida del pequeño país seguiría. Sus años venezolanos son oscuros, la versión clásica nos dice que sufrió el exilio en la pobreza, mientras otra nos dice que vivía bien codeándose entre la clase alta de Venezuela. Duarte moriría en el olvido y allí permanecería por décadas hasta llegado el año de 1884.
Para ese entonces, Ulises Hereaux presidía el país y su opositor político era su antecesor Fernando Arturo de Meriño. Para realzar su figura en la nación y devaluar la de Lilís, Meriño aprovecha el retorno de los huesos de Duarte al país. Y desde la Iglesia y la intelectualidad promovería la figura de Duarte para consolidar una narrativa histórica que le favoreciera. En ella Lilís se asemeja a Pedro Santana y Meriño a Duarte. Esto desde el aspecto ideológico, racial y hasta como el pueblo le había reciprocado sus sacrificios. Tan lejos llegó Meriño en su afán, que se jactó públicamente de tener un amuleto que antes le pertenecía a Duarte y era su más preciada prenda, buscando fortalecer la vinculación en el imaginario colectivo.
Fue a partir de allí que se rescató la memoria de Duarte. Y a la que dependiendo del historiador y el momento fueron agregándosele espejos (como dice Pablo Mella) o ilusiones nuevas. Ejemplos de estos son: El Duarte sacrificado que no quiso ser Presidente, el Duarte que no era militar (como Lilís) sino ciudadano (como Meriño), el Duarte-empresario, y en algunos casos peligrosos por su desproporción y vigencia como el Duarte anti-haitiano o el Duarte-Cristo-Mesías de Balaguer, Meriño y Alfau Duran. Todos manipulados para servir distintas agendas.
¿Quiénes entonces serían los encargados de recordar décadas después la historia de Duarte? Su hermana y su mejor amigo (Serra) fueron conminados por Meriño a hacer Apuntes de lo que recordaban. Y a pesar de que la cercanía prometía una parcialidad clara, sus textos no han sido cuestionados críticamente sino asumidos y hasta corregidos. Cabe imaginarse que tan distinta seria la historia de un Trujillo si su hermana y uno de sus mejores amigos fueran los encargados de relatarla 4 décadas después de su salida y olvido.
A Mella, Santana y Sánchez se le pueden criticar sus impurezas, porque estaban en la faena diaria, donde había que definirse. Por lo que de ellos solo Duarte podía ser reescrito y remodelado,  y lo fue. Era perfecto para esto por su sacrificio temprano y posterior distanciamiento de los problemas diarios de la vida republicana. En los últimos 40 años de historia no se había agenciado un enemigo nuevo. Pocos datos fueron los registrados de una Trinitaria que apenas duró par de años y de una Filantrópica comprometida pero no masiva.
Y aunque no podemos menospreciar estas organizaciones en sus roles de comunicación, imprenta y la cultura de construcción de la identidad, magnificarlos también puede ser fallido, porque ignoraría los aportes de otros grupos igual de determinantes para la independencia.
A Duarte le despojaron su condición de General de la cual se enorgulleció hasta su muerte. A Duarte le despojaron de su intentona Presidencial por la cual se ganaría el honroso exilio. Lo volvieron más sacrificado, más triste, más católico, más santo. Y lo reconstruyeron amigos, familiares y algunos políticos que se valoraban con su relato.
Sin embargo, Duarte no necesita que lo pongan más alto y lejano. “Su valía intelectual no era nada extraordinaria, no puede ser considerado un pensador… (pero) reveló una grandeza moral inaccesible y una lealtad permanente a su credo liberal-romántico y nacionalista” diría Juan Isidro Jiménez Grullón. Y eso junto a su rol de organizador independentista es más que suficiente para recordarlo.
Por lo que la próxima vez que le hablen de un Duarte (u otro político muerto) inmaculado y monumental, alerta que quizás alguien le está construyendo un espejo de la historia para sacar provecho y manipularle en el trayecto.

Monday, February 1, 2016

Las 4 puertas que abre la muerte de Juancito

Ha consternado al país la muerte del alcalde Juan de los Santos, la de su seguridad y el posterior suicidio del asesino. Esto por tratarse de una figura empresarial y política de éxito. Se pueden criticar ambas facetas, pero no entra en discusión su meteórico ascenso a la cima, su popularidad y su sencillez de trato.
Por lo que conocemos, Luis Feliz abrumado por problemas con los De los Santos decidió quitarle la vida al cabeza de la familia. Esta es una tragedia que se perpetuará en el tiempo para la sociedad dominicana. Será difícil borrar la impresión que deja el joven político fallecido, la inseguridad general que se produce y la vulnerabilidad que sentimos al ver la mortalidad del poderoso magnate caído de repente. También tendremos secuelas a futuro ya que la tragedia deja alrededor de una decena de niños en la orfandad, que crecerán y harán vida con el vacío y el dolor entre nosotros.
Todo indica que las razones que dieron pie a la desgracia no eran sólo económicas. Se había convertido en un problema personal que escapaba al plano empresarial, problemas que se magnificaron por la cercanía de los involucrados. Esto se hace visible por el proceder expedito,  abrupto e ilegal (según algunos) con el que se llevó el embargo y las presiones. Y aunque Juancito no llevaba la principalía en esta diatriba, yace la víctima principal de ella.
Ahora, todo el que observó y participó en el devenir de la desgracia anda a rastro con un bulto pesado de dolor e impotencia. La tragedia abre 4 puertas de debate que vale la pena estructurar para no olvidar, los cuales por razones de espacio sólo abordaré a grandes rasgos:
1. La violencia (económica): Nadie debe ser acorralado económicamente. El animal más indefenso ataca cuando se siente cercado. La abeja usa su aguijón contra quien la asedia aunque sabe que al usarlo sacrifica su vida. Algo así vivió Luis Feliz, una deuda millonaria de años era procurada de un día para otro, a riesgo de ser embargado, como lo terminaría siendo.  Dice su hermano que en esos días Feliz ni dormía, que se encontraba en una situación en que “Tu le ponías un fósforo y explotaba”. Los problemas se le amontaban (no sólo con los De los Santos) al éste parece llevar un estilo de vida más allá de sus posibilidades, endeudándose para sostenerlo.
Nada justifica la reacción abrupta, pero para entender las muertes hay que ir a lo que la produjo, ya que el día del embargo fue el de la tragedia. Sin embargo la violencia económica en este caso es apenas una rama del problema general. Porque lo cierto es que estamos inmersos en una vorágine de violencia, la cual es alimentada por la desigualdad, el echavainismo, la intolerancia, la falta de empatía y en esencia de espiritualidad. 
2. La Regulación de embargos: Todo el que ha formado parte de un embargo sabe que este suele tener vida propia lejos del acreedor, y que estos se caracterizan por la violencia, el tigueraje y la tristeza. Pero a raíz de la nueva ley de notarios el proceso parece hacerse más arbitrario. Por ejemplo, la viuda de Feliz dice que durante el embargo estuvieron en situación de secuestro ella y sus empleados a punta de pistolas, sin fiscales ni fuerza pública…. ¿Cómo diferenciar un embargo entonces de un asalto?
Existen facetas no reguladas como esta que atizan la violencia en un conflicto ya de por sí muy traumático. Cabe preguntarse como hace el diputado Vinicio Castillo ¿Por qué entonces el Senado engavetó la ley que regulaba la fuerza pública en los embargos?
3. El control de armas: Este es un país violento sin dudas. Pero ¿que pasó con esa hermosa costumbre de caerse a golpes con alguien? Ya no sucede. Todo el mundo está armado, el comediante Carlos Duran fue a hacerles una broma en un parque a dos personas y antes de realizarla, con sólo llamarlos, le sacaron pistolas. Duran, ante la sorpresa sólo atinó a decir “¿Y es regalando pistolas que están?”.
Otros ejemplos emblemáticos son el caso del padre de la ex modelo en Santiago, asesinado por rozar un carro, así como el del limpiavidrios asesinado por un conductor en la avenida Churchill. El porte de armas está fuera de control en el país y en el congreso duerme una ley, la cual aunque tiene que ser modificada y debatida debe formar parte de la agenda política y electoral.
4. Regulación contenido de medios. Las redes sociales brotaron en quejas por las imágenes que circularon medios de prensa del fallecido alcalde. Pero quienes se incomodaron con esto deben tener presente que este proceder no es ilegítimo, y en países como el nuestro ha sido tradición.
Tres aspectos que surgieron para regular a raíz de la cobertura son: a) el horario en que este tipo de imágenes son transmitidas, b) la colocación de un aviso precautorio antes de hacerlo y c) la posible prohibición de ellas. Ojalá que la supuesta indignación pueda ser canalizada en un proyecto que reforme y fortalezca el botellero que es La Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía, para que sean mejorados también otros elementos de la comunicación en el país.
El sentido de cercanía que se siente con la partida de Juancito Sport, por ser figura pública conmueve a la ciudadanía. Y es preciso para educar y establecer una agenda política. El Presidente Danilo Medina debió enfrentar la muerte del alcalde con un plan programático, no sólo llamar al rezo. Porque no basta rezar, ya lo dijo Dalai Lama recientemente “No podemos resolver este problema sólo rezando… Yo creo en rezar. Pero los humanos han creado este problema, y ahora estamos pidiendo a Dios que lo resuelva. Es ilógico”.
Al Presidente y a su mayoría parlamentaria les digo olvídese de nombrar calles o edificios en memoria del amigo fallecido. Comprométanse con una agenda progresista en cuanto a regulación de armas, de medios y de embargos en este mandato. Y no dejemos que estas muertes hayan sucedido en vano.

Wednesday, December 9, 2015

Más allá de Hillary y Trump, Bernie es la esperanza

“Quienes compartan la loca esperanza/ brújula o flecha de nuevo hacen falta” DV
En 1972 presentó candidatura a Senador del Estado de Vermont por un partido minoritario un joven de 31 años. Venía de los movimientos hippies, de la lucha en los años 60s por los derechos humanos, siguió a Martin Luther King y fue incluso encarcelado a raíz de una protesta universitaria contra el racismo y la segregación.
Este joven perdió esas elecciones quedando en un distante tercer lugar con apenas 1,571 votos (2.2%). Unos meses después aspiraría a Gobernador quedando en cuarto lugar con 2,175 votos (1.1%). Llegó el año 1974 y se abría otra oportunidad para ser Senador, ese joven socialista y tenaz ahora con 33 años, perdería de nuevo. Esta vez con 5,901 votos y un 4.13%. Sus principios y su convicción de lucha lo mantenían alejado del desánimo.
“Porque él nunca se rinde. Y por esto es exitoso. El compitió contra todo el mundo… Y se mantuvo compitiendo. Y con cada competencia era más conocido” dice su amigo Pormelau.
Dos años más tarde, en 1976, se postulaba otra vez a gobernador. Para sorpresa de pocos volvió a perder. Sin embargo ya le votaban 11,371 personas (6.71%). Iba creciendo y no estaba por rendirse. No repasaré su historia electoral completa, aunque es tan emocionante como sus posiciones. Pero para la década de los 1980 fue electo alcalde de Burlington, el distrito más importante de Vermont y fue reelegido tres veces, cada vez con porcentaje mayor al anterior.
Para 1990 saldría electo diputado. La coyuntura lo ayudó. El republicano Peter Smith, que se reelegía no logró el apoyo de la Asociación de Rifles y mandaron a votar en su contra. Aunque quizás la Asociación no fuera determinante ya que ganaría holgadamente, es importante mencionarla porque pensaban darle una lección a Smith y después reinstaurarlo, a lo que alguien allí reunido advirtió al grupo sobre el socialista (ya de 49 años): “Ustedes no podrán sacarlo… Es uno de los mejores maestros políticos que he conocido”
Y no pudieron. Fue reelecto 7 veces diputado hasta que en el 2006 se abrió una vacante al Senado. El único problema era que había que enfrentar al hombre más rico de Vermont. No sólo ganó en 2006, repitió en 2012, nunca aliado a los partidos tradicionales.
Similar a la situación de la barca que busca la luz del faro para orientarse, uno no puede evitar mirar hacia fuera en su búsqueda de sentido, de ejemplos dignos de emular, de leyendas a quien admirar. En ese camino se cometen errores, muchos son los que han fracasado replicando modelos externos en planos locales, pero esto no desmotiva la búsqueda de arquetipos sino la mejora de criterios.
El Senador de Vermont ya no es joven, se llama Bernie Sanders, es ahora precandidato del partido demócrata a presidente de Estados Unidos. Y está concitando el apoyo de la gente, no por su historia electoral sino por sus posiciones y principios. Es el único de los precandidatos que no es millonario, que se niega a recibir dinero de empresas o bancos, financia su campaña a través de donaciones de ciudadanos, y lo hace a un ritmo y cantidad mayor que lo hizo Obama en 2008.
El combate a la desigualdad es su eje programático y lo hace de manera frontal. Dice que: no se justifica que los ricos paguen tan pocos impuestos en EEUU; que hay que ampliar la seguridad social; que las universidades deben ser gratuitas para la población y pagadas por Wall Street, con un impuesto a cada transferencia que hagan; que hay que romper los Bancos que son demasiados grandes y ponen en riesgo la economía, porque si son muy grandes para fracasar son muy grandes para existir.
Y está llenando estadios. Algunas de sus propuestas han tenido tan buena acogida que Hillary Clinton ha tenido que secundarlas, como la de elevar el salario mínimo a 15 dólares la hora. Lo mejor es que no lo dice ahora, tiene años en eso. Es famosa su discusión con Alan Greenspan en 2003 cuando éste aún era considerado un gurú de la economía, también su posición y voto contra la guerra de Iraq y del Golfo, o su posición a favor del respeto a los homosexuales en los 1990s.
Es tan viejo pero tan viejo, que la coherencia entre sus votos y discurso asombra. Sarah Silverman una famosa comediante presentándolo dijo “Bernie parece haber estado siempre en el lado correcto de la historia”.
Ahora bien, no puede solo. Solicita una revolución ciudadana y a sus 73 años parece estar gestionándola. Porque cuando se comienzan a elevar estos temas, cuando la ola de indignación que viene de la crisis subprime, del 99% contra el 1% de ricos, del movimiento Occupy… toma rostro de senador independiente envejeciente sucede algo en el mundo. Ya lo dijo Robert Kennedy: 
“Cada vez que un hombre lucha por un ideal, o actúa para ayudar a otros, o se rebela ante la injusticia, está generando una pequeña ola de esperanza, y millones de esas pequeñas olas, cruzándose entre sí y sumando intensidad forman un tsunami capaz de derrumbar los más poderosos muros de resistencia y opresión.”
Su mejor mensaje es el de la igualdad y la bandera de lucha permanente. “No puedes contra los billonarios, no puedes ganar. Eso es lo que quieren que creas.  No caigas en el mundo de la desesperanza… El cambio toma forma porque la gente lucha.”
¿Que vencer a Hillary Clinton es imposible? Pregúntenle a Barack Obama, quien para esta fecha perdía como Bernie en las encuestas por más de 20 puntos. Pero dejemos que sea Bernie quien pida una oportunidad para su candidatura:
“Algunos argumentarían que mi carrera política es una de las mas inusuales en los Estados Unidos. Nadie pensó que yo iba a ser elegido Alcalde de Burlington, muy pocos creyeron que iba a vencer a un diputado que se reelegía en Vermont por 16% puntos, y otros no estaban tan seguros de que podía vencer a la persona más rica del Estado para convertirme en Senador. Así que yo diría que no me subestimes”.
T.

Tuesday, December 8, 2015

¿Qué hacemos con los políticos muertos?

El culto funerario a los líderes es una costumbre milenaria. Recibidos por la muerte algunos son venerados, otros llorados, mientras que los más desgraciados pueden llegar a ser escupidos, como le sucedió a Mussolini. Pero detrás de cada acción póstuma parece existir una estrategia mágico-religiosa.
Y es que las honras mortuorias han probado ser un elemento legitimador para quienes pretenden consolidar el poder político. Cuando muere un líder, el vacío toma su lugar temporal, las emociones colidan en sus seguidores y algunos discípulos pretender asumir el espacio oportuno para establecerse como sucesores.
En República Dominicana, Joaquín Balaguer lo entendió muy bien cuando se declaró hijo espiritual de Rafael Leónidas Trujillo en las honras fúnebres del tirano. Fue así que el día del entierro sus palabras limpiaron la conducta del dictador, justificaron sus desmanes, y propugnaron continuar su legado. En su famoso panegírico exclamó que era el momento propicio para “que juremos sobre estas reliquias amadas que defenderemos su memoria y que seremos fieles a sus consignas…”
Él sucedería al tirano. Y según vemos en el discurso cumplió con un elemento clave de dichos rituales, parecía una persona desinteresada al pronunciarlo. Estos procesos de legitimación, de asumir el espacio que deja el difunto permanecen en el tiempo a pesar de carecer de toda lógica o razonamiento moderno. Cuenta Olaf B. Rader en su libro “Tumba y Poder” que:  
“En los rituales funerarios se ha conservado ‘un máximo de no-modernidad’, y que precisamente aquí unas concepciones racionales singularmente claras se verán en ocasiones expulsadas por orientaciones mágico-arcaicas. Como se explica, si no, que la posesión de unos huesos pueda constituir una “cuestión de honor nacional””
Precisamente “cuestión de honor nacional” volvería el presidente Balaguer el hecho de poseer los restos del marino Cristóbal Colón. Y para celebrarlo elaboró, en el quinto centenario de su llegada, un majestuoso Faro mausoleo en el cual reposarían sus “huesos”. Para esto dedicó una cantidad irracional de recursos que llevaría a Juan Luis Guerra a plasmar el sentimiento de muchos cantando: “Y sí aquí en vez de cemento pa’ la construcción, le hiciéramos un faro a la educación?”.
Cabe destacar que estos rituales también funcionan de manera negativa, es decir sirven para denostar y desacralizar figuras. Dos de los más impresionantes ejemplos sucedieron con el Papa Formoso y el rey de Etiopía Haile Selassie.
El Papa Esteban VI, quien sucedería al Papa Formoso, en aras de humillarlo mandó que al cadáver de su antiguo jefe le fuera: 1) despojada la vestidura papal 2) cercenada la mano que usaba para bendecir, y 3) que su cuerpo fuera arrastrado desde la Iglesia hasta el río y dejado allí en la intemperie. Una extraña y sádica venganza contra unos huesos sin alma para un hombre de “fe”.
Con el monarca Haile Selassie ocurrió una humillación similar después de ser derrocado y asesinado. Para castigar su memoria y cuidar que su tumba no se convirtiese en lugar de culto, su cadáver fue enterrado junto a las letrinas del palacio de Etiopía.
En nuestra historia la desacralización más notable sucedió con el general Desiderio Arias en la época de Trujillo. Después de asesinado, a Desiderio se le cortó la cabeza y la misma fue paseada por la ciudad de Santiago, aunque fuera cosida de vuelta a un cuerpo y enterrado, la humillación ya había tenido lugar.
La vigencia de estos temas aún persiste. Así pudimos observarlo en Venezuela, cuando el presidente Nicolás Maduro hablaba hace unos años de la perpetuación del cadáver de Hugo Chávez, como Stalin con el de Lenin, buscando prevalecerse de su muerte para legitimarse como el continuador de la revolución.
Los políticos dominicanos actuales no escapan a este tipo de celebraciones mortuorias, aún siguen acudiendo a la tumba de sus líderes en busca de aquello que pueda sostener sus endebles ideologías o su precaria unidad. Creen al igual que hace siglos que la tumba los legitima y que también los puede condenar.
Un ejemplo curioso sucedió en 2008, cuando Amable Aristy fue a la tumba de Balaguer a legitimar su candidatura y vincular su imagen con el fenecido líder. Pronunciando el entonces candidato presidencial su discurso entró un vendaval que le tumbó varias veces el micrófono y la corona de flores que había llevado. Aristy fue a la tumba buscando un apoyo mágico-arcaico, al darle fuerza a este concepto salió trasquilado, porque algunos llegaron a entender que había sido el mismo Balaguer en la brisa que lo estaba expulsando.
A pesar de que no hay certeza de que los idos transfieren en la tumba su grandeza, algunos siguen aprovechando el espacio para ver si la presencia en ella les chapotea algo. Ante este tipo de escenarios, la única seguridad que tenemos en este plano es que todo eso del descanso eterno luce como mito para estos líderes muertos, que o siguen desde el más allá influyendo o bien desde el más acá los seguimos jodiendo. 

T.